Corría 1914. La gente se arremolinaba en una calle valenciana para ver torear a
Joselito y
Belmonte. Se las veían con unos caracoles con sus correspondientes cuernos. Era una
crítica a los toros de la época mediante una representación fallera con su ironía.
Eterna cantinela la de los toros de hoy son menos serios y bravos que los de ayer. ¡Ya pasaba a principios del siglo XX!
Esta fotografía de las Fallas que «parodiaban» a los dos genios fue publicada en
ABC hace cien temporadas, concretamente el 21 de marzo. En la escena aparece también el
empresario de la plaza de Valencia dispuesto a entregarles grandes
cantidades de dinero tras la «heroicidad».
Blanco y Negro
Años después, en 1967,
Antonio Díaz-Cañabate escribía en las
Memorias Gráficas de
Blanco y Negro: «Los toros de los años 10 eran de aúpa. Con que
de aúpa, ¿eh? Y esa falla, ¿qué?
Joselito y
Belmontetoreando caracoles y el gerente de la empresa valenciana contando
montones de billetes para pagarles la hombrada. Esto de montones es una exageración fallera. Vamos a dejarlo en montoncitos.
Seis o siete mil pesetas, que para la época de los céntimos no estaban mal. Lo interesante eran los caracoles».
Y concluye El Caña: «¿De verdad eran tan pequeños los toros que toreaban
Joselito y
Belmonte? Desde luego no eran catedrales, pero tampoco para tomarlos a pitorreo. Hay que tener en cuenta algo muy importante. El
público de entonces era incomparablement
e más exigente que el de ahora. Consideraba chico lo que hoy pasa por grande. Y sobre todo un detalle trascendental. Aquel toro, incluso
aquel torito, si se quiere, tenía fiereza, producía una emoción hoy ausente en la Fiesta. Y la
salsa de caracoles estaba condimentada con el sobresalto».
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