martes, 10 de julio de 2012


Padilla quiere volver a Zaragoza el 7 de octubre, justo en el aniversario de la tragedia

«Va a ser muy positivo y seguramente la tarde acabará a hombros», dice el Ciclón de Jerez

Día 09/07/2012 - 17.53h
«El 7 de octubre quiero hacer el paseíllo en la plaza de Zaragoza». Así de rotundo se expresa Juan José Padilla cuando planea el final de su temporada. El torero, como si quisiera borrar un mal pensamiento, no tiene dudas en su deseo de volver al coso de la capital aragonesa cuando se cumpla un año de la tarde en la que un toro de Ana Romero le infirió una terrible cornada en la cara que le costó la visión del ojo izquierdo y numerosas secuelas en la movilidad del rostro y en el oído.
Padilla insiste: «Quiero estar otra vez allí a los 365 días exactos para dar gracias a Dios y por todos los aficionados que me han apoyado en estos meses». Y como intentando convencerse más a sí mismo, apostilla que «va a ser muy positivo y seguramente la tarde acabará a hombros por la puerta grande de La Misericordia».
«Ese toro no me echa de los ruedos», fue una de las primeras frases que pronunció Padilla tras el percance, ingresado todavía en el hospital zaragozano, y ahora, en plena vorágine del verano taurino, hace balance de su vuelta: «Era un reto personal, mi agradecimiento al toreo, sin rencor alguno hacia el toro». La vuelta fue en Olivenza el pasado mes de marzo, cuando muy pocos creían que la hazaña era posible, seis meses después de la dramática cogida. «No fue una temeridad, no corro ningún riesgo añadido, yo soy muy responsable», y subraya: «En mi preparación me exijo al máximo no correr riesgos innecesarios, por respeto a mi profesión, al público y a mis compañeros».
«A nadie le amarga un dulce»
El torero reconoce que no sabía lo que podía ocurrir tras la reaparición, «ni nos planteamos un más allá», y ahora vive una frenética temporada, «en carteles diferentes, junto a todas las figuras, y es que a nadie le amarga un dulce».
El jerezano volvió el pasado sábado a pisar el ruedo de una plaza aragonesa tras la cornada de Zaragoza. Fue en Teruel, en donde triunfó con rotundidad, y ese día quiso que le acompañaran los doctores Val-Carreres y Nadal, «a los que tanto debo por su magistral atención», tanto en la enfermería de la plaza como en el hospital Miguel Servet. «Sigo en contacto con ellos, con sus equipos, y siguen mi evolución, están muy al tanto de todo».
Padilla se sometió la pasada semana a una intervención para mejorar la audición del oído izquierdo, «estoy muy contento, trabajo la musculatura, me deben poner unas placas en la mandíbula y además puedo desarrollar mi temporada». Su próximo reto continúa siendo Zaragoza.

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