Buen concepto de Ferrera y actitud de Fandiño
Ayer nos divertimos en Campo Pequeno, y ahora que nos quiten lo ‘bailao'. Funcionó la corrida mixta. Hubo una buena entrada, la corrida, con sus matices, tuvo su interés, y el público salió contento, demostrando que en el país de los forcados, el toreo, a pie, por supuesto, sigue teniendo su sitio.
Si se saben hacer las cosas, si se lleva un encierro con hechuras de embestir, teniendo siempre en cuenta la ausencia del encontronazo con el caballo, esta clase de espectáculos puede funcionar en nuestros ruedos. Lisboa está dando el ejemplo y la verdad es que no me acuerdo de una corrida mixta en la que no embistiera un par de toros, ahora, si se apartan seis toracos, con dos pedazos de espabiladeras, que no caben ni en la muleta, lo que se busca es la tragedia, el cabreo y el divorcio con el toreo eterno. Es más fácil llegar a un cercado y escoger a los seis más altos, anchos y de más cara de la camada, hacerles unas cuantas fotos, publicarlas por ahí, logrando así vender media docena de entradas a los seudo-intelectuales, pero ese no es, ni mucho menos, el camino.
Antonio Ferrera volvió a una de sus plazas con esa entrega y raza que le caracterizan. Su primero, colorado y muy musculado, fue un poco bruto, embistiendo con todo, reponiendo mucho, teniendo, aún así, una gran virtud, la humillada condición. Con un puyazo otro gallo hubiera cantado, pero como no fue posible, el extremeño le dio distancia y aprovechando la inercia le ligó pases sin apenas un toque brusco y con suavidad. Por el izquierdo hubo naturales francamente buenos, embarcando muy adelante. Por el derecho le costaba más, pero a base de perderle un par de pasitos, logró ligarle muletazos de mano baja, largos y cadenciosos.
Su segundo, más estrecho y agradable por delante, pronto y con buen galope, permitió a Ferrera un tercio de banderillas en el que puso al público de pie, destacándose un par al quiebro exponiendo muchísimo. Brindó a la asistencia y nuevamente la naturalidad y el temple marcaron una faena de buen nível, que cuando estaba a punto de tomar altos vuelos, se vio condicionada por la debilidad física del oponente, lo que obligó al matador a abreviar. Aún así pudimos disfrutar de tandas de mucho empaque, resaltando una, al natural, rematada con molinete y pase de pecho por el derecho.
Iván Fandiño no terminó de convencer en su primero. Se gustó a la verónica, en especial en un par de lances por el derecho, pitón por el que el toro embestía con mucha calidad y trasmisión. Hizo un quite por chicuelinas demasiado violentas, empezando después la faena con pases por bajo, en los que enseñó el camino al toro. Hubo dos primeras tandas por derechazos, con la mano baja que fueron realmente notables, si olvidamos la velocidad, pero a partir de la tercera, la faena se vino abajo, empezando a sucederse los pases sin apenas sentido. Probó por el izquierdo, pitón por el que le costaba más a un burel que era de lio y de torera presentación.
Con el sexto estuvo de otra forma. El clorado ojo de perdiz cogió de muy mala manera al banderillero Francisco Freire enganchándolo por el bajo vientre, afortunadamente, sin consecuencias. Fandiño se dio cuenta que el toro iba desarrollando sentido a medida que avanzaba la faena y le tapó siempre la cara, logrando así muletazos muy meritorios y de gran calado en el público. Aguantó la desconcertante mirada que le pegaba antes de seguir el engaño, y a base de firmeza, le sacó partido en una faena de gran actitud.
En lo que respeta a toreo a caballo, el manso y reservado juego de los toros deSanta María condicionó, y de qué manera, la labor de los carismáticos cavaleiros.
Joaquim Bastinhas lidió un toro noble con su habitual alegría, poniendo esa emoción que le faltaba al oponente. Marcos Tenório estuvo valiente, con gran sentido de la responsabilidad, frente a un complicado toro, que pegaba fuertes arreones. Firmó una de sus actuaciones más meritorias en Lisboa, demostrando sus recursos y orgullo. Por colleras lo intentaron de todas formas, pero el marmolillo no permitió demasiado lucimiento.
Actuaron los Forcados Amadores de Alcochete con valientes intervenciones a cargo de Rúben Duarte, Nuno Santana y Vasco Pinto.
FICHA:
CAMPO PEQUENO - LISBOA
Con tres cuartos de entrada se lidiaron 3 TOROS DE SANTA MARIA bien presentados, faltos de raza y mansos 4 TOROS FALÉ FILIPE mansitos en general.
JOAQUIM BASTINHAS: VUELTA
MARCOS TENORIO: VUELTA
COLLERA: PALMAS
ANTONIO FERRERA: VUELTA / GRAN OVACIÓN
IVAN FANDIÑO: VUELTA / VUELTA
Actuaron los forcados de Alcochete.
Se guardó un minuto de silencio en memória de António Silva.
Destacaron en la brega Mingo, Roberto Bermejo y Pedro Lara.
Tras el paseíllo se reconocieron las trayectórias de los Maestros António dos Santos y Armando Soares.
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