La aventura mexicana de Jaime Martínez
El jerezano vive en México desde enero y ha toreado varios festejos con reconocidas figuras aztecas
05.07.12 - 00:04 -
Salió el pasado 9 de enero de Jerez de los Caballeros con destino a México, buscando una nueva senda para recorrer el duro camino hasta ser una figura del toreo y su vivencia está resultando muy positiva. Jaime Martínez cuenta a HOY cómo está siendo su preparación a miles de kilómetros de distancia de su ciudad natal, donde muchos de sus paisanos y aficionados al mundo del toro han seguido sus pasos en la distancia, apoyándole para que siga alimentando su sueño. «Mi experiencia aquí en México está siendo excelente», relata el joven novillero jerezano. No tuvo dudas cuando hace meses se planteó la posibilidad de viajar al país azteca e intentar una mejor preparación que en su entorno cercano le resultaba difícil.
Recuerda que cuando su amigo Juanfri Escudero le comentó que tenía un compañero mexicano cuya familia se dedicaba a la ganadería y le preguntó si estaría dispuesto a viajar hasta allí, estuvo seguro de la decisión, «lo tenía tan claro que confirmé mi salida de Jerez antes de decirle a mi familia y amigos lo que había pensado», afirma. Conoció en Madrid a Diego, hijo del ganadero Heriberto Rodríguez, «me dijo que su padre se haría cargo de mí pero sin prometerme nada, que tentaría sus vacas y me presentaría a sus contactos, yo le dije que no había problema, sabía que por un lado o por otro algo bueno saldría y efectivamente, así fue».
Jaime llegó a México para quedarse unos dos meses, ya lleva seis y tiene previsto alargar su estancia hasta octubre, «a no ser que siga toreando», precisa. En un mundo complicado en el que las oportunidades escasean y las dificultades abundan, este aspirante a torero, ha intentado mantener siempre intacta la fe en sí mismo y esta experiencia le ha servido para renovar su ilusión, sin duda, el mejor antídoto contra la desesperación. Su debut en México se produjo en la ciudad de Tepeapulco donde compartió cartel con Diego Ventura, 'El Zapata' y Jerónimo, «un cartel importante en México», señala. En Apan, lugar en el que reside, ha toreado un mano a mano con 'El Zapata', la máxima figura del toreo en México, según destaca Jaime, y con quien salió a hombros. También ha participado en un festival en Huamantla, en Boca del Río (Veracruz) con otra figura mexicana como es Arturo Macías 'El Cejas'. Su primera novillada en tierras mexicanas llegó recientemente en Pachuca, en su plaza de primera categoría, de la que salió triunfador tras cortar una oreja a su primer astado e indultar a un novillo que regaló a los aficionados. El día a día de Jaime Martínez en México, está vinculado a su meta, cada jornada se prepara física y mentalmente para crecer como figura del toreo, para ello entrena con un compañero novillero de Apan, «después de correr, entrenamos en la plaza de toros, en el gimnasio y en el campo, dependiendo del día», explica. En el campo, ha realizado una veintena de tentaderos de ganaderías mexicanas, además de montar a caballo, estar en contacto con el ganado bravo, entrenar al aire libre y también darse a conocer entre los ganaderos y empresarios para lograr tener más oportunidades.
Ilusión por llegar a la plaza
Ahora Jaime se plantea el reto de torear en la Monumental Plaza de Toros de México. Es un objetivo compartido por su apoderado Curro Ortiz a quien agradece su apoyo, «aunque no está cerrado el cartel, es seguro que voy a torear, la verdad es que estoy contento por lo cosechado pero sigo teniendo hambre de triunfo y de torear lo máximo posible».
Jaime Martínez envía un mensaje tranquilizador en lo personal, «con la gente que me rodea en el día a día estoy estupendamente, estoy muy a gusto con ellos, además de ser una segunda familia para mí y estoy muy agradecido a todos ellos, tanto a la familia que aquí me acoge como a todos los amigos y vecinos de Apan, sin ellos esta experiencia no hubiese sido posible». No olvida a sus paisanos a quienes agradece su confianza, «gracias a todos los jerezanos por apoyarme y sentir ese calor a pesar de estar tan lejos».
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