viernes, 14 de noviembre de 2014

Bogotá acoge la primera manifestación de toreros de la historia

  • Manzanares, El Juli, Castella o Fandiño acompañan a César Rincón en una jornada histórica para la tauromaquia

  • Exigen que se cumpla el mandato de judicial que ordena la reapertura de la plaza de Bogotá, cerrada por su alcalde

Manzanares, Rincón y El Juli, este miércoles en Bogotá. Vídeo: ATLAS | Foto: AFP

La Santamaría vivió una tarde memorable con un cartel de lujo. Frente a la puerta grande por la que tantas veces salieron a hombros,El Juli, Manzanares, Perera, Talavante, Castella, Luis Bolívar, Fandiño, El Payo, Miguel Abellán y el anfitrión de todos, César Rincón, entre otros, protagonizaron la primera manifestación de figuras del toreo de la Historia.
Todos viajaron a Bogotá para exigir a su alcalde, Gustavo Petro, que cumpla la ley y reabra la plaza más importante de Colombia. Al ser un político que rechaza las corridas, decidió no renovar el contrato que caducaba hace más de un año con un empresario taurino. Poco le importa la sentencia de la Corte Constitucional que le obliga a permitir la Fiesta brava en la plaza más tradicional del país, propiedad del ayuntamiento.
Con su presencia también quisieron apoyar a los catorce novilleros que llevan tres meses largos de huelga para reivindicar su derecho al trabajo y el respeto a las minorías.
El acto comenzó con un minuto de silencio en homenaje a José Mari Manzanares, un momento muy emotivo que le arrancó unas lágrimas a su hijo. Tampoco pudo reprimirla César Rincón, por el respaldo de los primeros espadas que le acompañaron. "Este es un momento histórico, una gesta sin precedentes en el mundo taurino, es por la libertad de la tauromaquia, por el libre desarrollo de esta actividad", dijo Rincón. "Aquí nací como torero, aquí me doctoré, aquí me retiré". Confía en que otros como él puedan hacer lo mismo en el futuro.
Uno a uno, todos los maestros, fueron pasando por el micrófono para clamar por la reapertura de la Santamar{ia y, antes todo, por la libertad -la palabra que más se escuchó- de disfrutar su arte y practicarlo. "No estoy con la fuerza aún de ponerme delante de un toro, pero sí de estar con ustedes luchando", dijo Manzanares.
La confianza general es que el alcalde Petro siga el mandato de la Corte Constitucional y deje que la Feria de febrero se celebre. Pero ya anunció que prefería dejar la alcaldía a que haya toros, y lo probable, como hace cuando algo no le gusta, es que de largas y deje pasar el año de mandato que le queda.
"El arte del toreo, como todas las artes, tiene un enemigo, que es el poder", rezaba el manifiesto escrito por Antonio Caballero, periodista, escritor y el más reconocido crítico taurino colombiano, que firmaron los asistentes al término de la faena colectiva. La Santamaría, agregaba, fue "arbitrariamente clausurada por el capricho de un alcalde que lo justifica en nombre de la estrecha aritmética que le dio el triunfo electoral. Los aficionados a los toros somos una minoría, y sabemos que nuestros gustos no son universalmente compartidos. Por eso no aspiramos a imponerlos sobre los de otras minorías (...) Sólo pretendemos que, recíprocamente, no nos impongan los suyos ni nos supriman los nuestros".
Así mismo, seguía el Manifiesto, hay que defender "el derecho a elegir el propio oficio. En este caso, la profesión de torero, como lo desean estos jóvenes novilleros que llevan meses acampando frente a las puertas cerradas de la plaza de toros, como refugiados de una guerra". Concluye recordando que la concentración tiene el fin de "exigir la libertad. La libertad de expresión. La libertad de elección. La libertad del placer. Contenidas todas en el eterno sueño libertario que es la prohibición de prohibir. Este es un Manifiesto para hombres libres".

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