lunes, 5 de marzo de 2012


Ferrera celebró sus quince años de alternativa a hombros en Olivenza

El de Villafranco del Guadiana cortó las dos orejas de cada uno de los ejemplares de Zalduendo que lidió 

05.03.12 - 00:11 - 
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Primer toro de Ponce
Continuó la trayectoria triunfal iniciada la tarde anterior en la plaza de toros de Olivenza y también la de los toreros extremeños que han hecho el paseíllo en esta feria, ya que han mantenido muy alto el listón del pabellón de los matadores de la tierra.
Se lidió una corrida del hierro de Zalduendo de muy correcta presentación con un encierro de parejas hechuras. Tuvieron la virtud de una gran fijeza y adolecieron en algunos casos de un punto más de transmisión. Pocas ganas de pelea presentaron cuarto y quinto, que tuvieron marcada tendencia a tablas. El mejor el sexto.
Enrique Ponce se encontró de inicio con un bonito ejemplar que mostró su mejor entrega por el pitón izquierdo en los lances de capa. El tercio de varas fue un simulacro y galopó el toro en banderillas. Aún con gran fijeza seguía la muleta sin mucha convicción. Las series fueron de corto recorrido con la mano derecha. Por el pitón izquierdo no humillaba y y comenzó a pararse.
Las series eran de medios pases con la izquierda y tomó la muleta a regañadientes cuando decidió volver a la derecha. Lo dejó recuperara pero no hubo mejoría, ya entraba al paso. Faena más pendiente de cuidarlo que de torearlo. Lidia demasiado larga para tan escaso contenido, finalizada con media tendida, aviso y descabello.
Salió corretón el cuarto hasta que Ponce lo metió en el capote que tomó el Zalduendo con las manos por delante. Salió el toro suelto del caballo y en banderillas ya mostró querencia a tablas. Allí lo probó doblándose con él. Era animal protestón. El valenciano logró que siguiera el engaño a base de taparlo mucho y no dejándole pensar entre pases. No tenía recorrido.
La experiencia de Ponce fue desengañando al toro que acabó humillando tras la tela. Los redondos de muy poco trazo pusieron fin a una faena realizada en los terrenos elegidos por el toro en el tercio y cerca de la querencia de toriles donde murió tras un pinchazo hondo y tendido y un aviso. Se lo premiaron con una benevolente oreja.
Antonio Ferrera llevó a su primero por verónicas rematadas con media hasta los medios. Apretó y derribó el toro en varas. Escarbó al inicio del tercio de banderillas en el que Ferrera se lució en especial en el segundo y tercer par, uno en los medios y otro al quiebro en tablas.
Con la muleta lo llevó a los medios y sobre la derecha, con suavidad, sacó una primera tanda de mucha cadencia. Por el izquierdo le humilló más y aunque con poco recorrido, Ferrera lo templó en las series. Dio mucha distancia en los cites. Tenía fijeza el de Zalduendo tomando con más recorrido los primeros muletazos de cada serie de naturales, defecto que el torero supo administrar alargando cada viaje según el motor del astado, algo soso en su embestida. La estocada fue de efecto rápido. El conjunto se premió con dos orejas.
Una larga cambiada unida a tres verónicas y una chicuelina fue el saludo al quinto que echó las manos por delante. En varas fue bien cogido por Dionisio Grilo.
Tanteó Ferrera sobre la derecha en larga distancia respondiendo el toro al cite en las dos primeras series para protestar después ante un torero sin dudas. Amenazó el morlaco con rajarse en dos intentos y Antonio Ferrera le acortó las distancias tapándolo mucho para lograr ligarle.
Cerrado en tablas surgieron los naturales a base de provocarlo mucho y darle siempre los adentros para que siguiera la muleta. Citando de espaldas fue la última serie al complicado toro que tras una estocada se fue al desolladero sin orejas.
Las rápidas embestidas que tuvo el tercer toro de salida desbordaron a Cayetano. Se le fue de la mano el castigo en el caballo y lo quedaron sin ganas de embestir y además sin humillar. Feos problemas para un torero como Cayetano que sabe poco de mecánica taurina y se limitó a dar pases sin mando con constantes enganchones en la muleta. Acabó mandando el toro. Lo pitaron justamente.
El sexto fue el mejor toro de la mañana y lo lanceó echando la pierna de salida hacia atrás, o sea, destoreó. Mejoró mucho con la muleta tras saludar José Antonio Carretero por dos buenos pares.
Comenzó de rodillas en el tercio con unos vistosos ayudados. Bajó la mano con gusto en los redondos aprovechando la gran fijeza de un toro con repetición.
Puso gusto en las tandas sobre la derecha Cayetano torendo muy despacio al buen toro de Fernando Domecq. Hubo empaque en algunos momentos aunque faltó profundidad. Los naturales citando de frente que remataron la faena tuvieron mucha cadencia. Cerró su actuación con una estocada desprendida y trasera y se ganó una oreja.
Tras ello Ferrera volvió a salir a hombros de la misma plaza donde hacía quince temporadas tomó la alternativa

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