martes, 20 de mayo de 2014

«Guajiro», de Jandilla, reverdece la corrida concurso de Jerez

Día 17/05/2014 - 22.58h

Ponce, Padilla y El Fandi salen a hombros

«Guajiro», de Jandilla, un toro negro mulato de 475 kilos, reverdeció la recuperada Corrida Concurso de Ganaderías de Jerez. Un astado que cabalgó en los tres puyazos que tomó y aunque escarbó se arrancó de lejos. Hacía tiempo que no veíamos algo así en un ruedo. Y eso es bueno para la Fiesta. Pero es que además también fue de largo en la muleta. Un toro, en definitiva, que dio lustre a esta concurso en una tierra de toros. Fue justamente premiado con la vuelta al ruedo y, lógicamente, ganó el concurso.
Este festejo sirvió para que viésemos un conjunto de toros en el que también destacó el de Santiago Domecq, noble a más no poder pero mansón, que fue imantado a media altura por la muleta de Enrique Ponce, que se hartó literalmente de torear. Tomó dos puyazos (tenían que ser al menos tres) pero a pesar de ello se le dio la vuelta al ruedo. Demasiado premio a juicio de este cronista.
Por orden de lidia, salió en primer lugar un anovillado astado de Zalduendo, de nombre «Soldado», que tomó dos puyazos. Noble y sin fuerza alguna, fue y vino a compás de la muleta de Enrique Ponce,que toreó como en el patio de su casa o un tentadero. Faena variada, plástica y sin apreturas, sin obligarle nunca. Mató rápido y cortó la oreja.
El segundo fue el reseñado de Jandilla, «Guajiro» de nombre. Dos largas cambiadas de Padilla al hilo de tablas y lances afanosos. Dejó largo al astado en el primer puyazo. Escarbó antes de arrancarse al caballo montado por Antonio Núñez Alventus, que agarró bien. Un segundo a igual distancia provocó la ovación. Y el tercero ya evidenció las condiciones del astado. A más el toro en el lucido tercio de banderillas del jerezano, en la muleta no se cansó de embestir con vibración y motor. Bien Padilla por el derecho, donde mejor estuvo. No tanto con la izquierda pero las manoletinas subieron el tono. Gran estocada, dos orejas y merecida vuelta al toro.
Fandi lidió en tercer lugar a «Molletito», de Torrestrella. Fue de largo en los dos puyazos pero se quiso quitar el palo. Toro sin humillar al que el granadino le construyó una faena bulliciosa y voluntariosa pero con poco relieve, además de larga en metraje.

Ponce, en estado de gracia

El cuarto fue «Rebeco», un colorao de Santiago Domecq que manseó en el caballo y tuvo tendencia a tablas. Pero en las manos de Ponce la nobleza surgió, de tal manera que el valenciano, en una segunda juventud como se ha comprobado en Sevilla y Madrid hace escasos días, lo toreó a placer en todo momento. Una faena clásica de Enrique,estilista al máximo y cuajada de muletazos por ambos pitones sin llegar a exigirle en demasía. Las poncinas le salieron perfectas, y aunque la estocada quedó algo trasera, las dos orejas fueron a sus manos. La vuelta al ruedo al toro sobró.
«Centello», de Torrealta, fue el quinto, que entró dos veces al caballo y que tuvo peligro en el tercio final. Remiso y tardo, se vencía y se quedaba corto, buscando hacer presa. Padilla se jugó el tipo en todo momento pero era complicado sacar partido. Demasiado hizo con estar allí.
Cerró la corrida concurso «Vinazo», de Fuente Ymbro. Larga cambiada apurada de El Fandi, que pasó desapercibido con el capote luego. El toro hizo amago de irse al picador que hacía puerta. No se empleó en el caballo aunque fue tres veces pero salió suelto. En banderillas sí tuvo motor, cosa buena para el granadino, que le puso hasta cuatro pares, formando un lío. Como lo formó, a su modo, en la muleta, tras brindar al respetable. El de Fuente Ymbro se desplazó (algo distraidillo a la salida de los muletazos) y Fandi puso todo y más para triunfar en una faena larguísima en la que hubo de todo, esto es, bueno, regular y malo o vulgar. Vamos, que no quería irse de vacío. Pues dos orejas que cortó.

FICHA

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