domingo, 21 de abril de 2013


Buena tarde de Padilla con encastados torrestrellas

Día 20/04/2013 - 23.05h

El presidente le niega la oreja incomprensiblemente

Como se esperaba y sucede en todas las Ferias, el cartel de esta tarde atrae mucho público. Propician un buen espectáculo los toros deTorrestrella, bien presentados, serios, encastados, nobles; alguno flojea o se para.
El Cordobés es un personaje de gran simpatía, que conecta fácilmente con el público popular. Su estilo de torear es otra cosa. El sobrero primero es tan flojo como el titular, pero el picador lo castiga. Lo recibe el diestro por alto en tablas; ya en el centro, liga muletazos aseados, a media altura. Recurre a dos «ranas» y desplantes: clamor en sol.Estocada de efectos rápidos: petición y vuelta. Al cuarto, un bonito castaño, le pegan mucho en varas. Aún así, embiste con nobleza. El Cordobés le da muchos muletazos voluntariosos, con oficio, sin brillo. Mata con facilidad.
Sin cortar trofeos (por una absurda decisión presidencial, en el segundo), Juan José Padilla ofrece una tarde excelente. Recibe al segundo con buenas verónicas, abriendo el compás; gallea para llevarlo al caballo; quita con el capote a la espalda; se muestra seguro en banderillas. El toro llega a la muleta tardo, con escaso fuelle. De todos modos, muletea suave, le da distancia; al natural, en el centro del ruedo, lo lleva embebido en la muleta; liga en las cercanías. Faena clásica, medida, bien rematada con la espada: petición unánime de oreja que el presidente, incomprensiblemente, no concede: la merecían la petición y la faena.

Más blanco que negro

El quinto es un precioso burraco, más blanco que negro. Pica bien Antonio Montoliú, muy aplaudido. Se luce Padilla en banderillas, quebrando limpiamente, en tablas. El comienzo de faena es vibrante pero el toro se apaga por completo. Aguanta parones con alardes de valor, metido entre los pitones, jugándose la voltereta. Vuelve a acertar con la espada.
El Fandi garantiza el espectáculo con los palos. Al tercero apenas lo pican, galopa con alegría en banderillas, eso obliga al Fandi a emplearse a fondo: cuatro pares brillantes, aunque clave desigual. En la muleta queda corto: la conjunción es menor. Mata aprovechando el viaje. Sale el último con muchos pies, lo recibe El Fandi con dos largas de rodillas en tablas. Recibe un pitonazo en un quite por navarras. También galopa este toro en banderillas y El Fandi se luce, con la moviola, recorriendo el ruedo con la mano en el testuz y adornándose con un sombrero. Es lógico que el toro acuse tanta carrera. El diestro, voluntarioso, tira de recursos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario