sábado, 28 de diciembre de 2013

Juan José Padilla comparte salida a hombros con Rafael Ortega en su despedida de La México

Día 17/12/2013 - 18.38h

El mexicano devolvió un rabo y el jerezano mostró su pundonor

Rafael Ortega compartió su tarde del adiós con Juan José Padilla, que cortó dos orejas. Ambos salieron en hombros después de que al tlaxcalteca le otorgaran un rabo que él mismo devolvió.
Honesta actitud de Ortega, quien basó su última faena en La México en la variedad de su capote, la espectacularidad en banderillas, su solvencia con la muleta y la efectividad de la espada. Un compendio de una carrera triunfal en la Plaza México, donde cortó 50 orejas y dos rabos, uno de éstos el domingo, mal otorgado porque si bien es cierto que la faena fue completa, no era merecedora de los máximos trofeos.
El juez Jesús Morales -el mismo que concedió un rabo a Talavante y que también regresó- se resbaló de fea manera y después de haber premiado bien con las dos orejas la última actuación de Ortega, inexplicablemente sacó el pañuelo verde.
Por fortuna lo dio a un torero honesto, que al escuchar los mínimos reclamos por lo sucedido, agradeció los máximos apéndices y devolvió al alguacil el rabo para dar únicamente la vuelta al ruedo con las últimas dos orejas que consiguió en el coso de Insurgentes.

Mucho pundonor

El último abrazo en el ruedo, tras su vuelta al ruedo, se lo dio Juan José Padilla, quien tuvo una actuación de mucho pundonor y ganas de triunfar. Ninguno de sus dos astados se empleó. Reservones, agarrados al piso, bruscos. Y Padilla buscó, desde el capote, entregarle al público buenas cuentas, lo que consiguió con dos faenas en las que élpuso la emoción que les faltó a sus enemigos.
Maduro, con mucho sitio, se le ve al jerezano, quien además sabe cómo llegarle al público y entonces redondea mucho mejor sus actuaciones. Detalles como invitar a un pequeñín vestido de torero a dar la vuelta al ruedo, regalar una oreja a un niño invidente, son momentos que el público no solamente no olvida, sino que valora mucho.
A sus dos astados los mató pronto y arriba, por lo que la petición de oreja en cada uno de sus enemigos estuvo justificada y así logró salir también en hombros junto a Ortega, cuya despedida definitiva de los toros será en mayo en Aguascalientes.
Los dos triunfadores fueron padrino y testigo de la confirmación de alternativa de Salvador López, un joven que se mostró nervioso en su primero, el de la ceremonia, pero mucho más claro de mente en el sexto, al que le hizo una faena digna con la que cumplió decorosamente.
López ocupó el puesto que debido a la gravísima cornada que sufrióJuan Luis Silis en la cara en octubre en Pachuca, dejó en este cartel. Por cierto Silis hizo entrega de una Guadalupana a Padilla, con quien le une, no solamente la profesión, sino un percance que fue muy similar.

FICHA DE LA CORRIDA

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