-¿Qué le parece la medida del Ayuntamiento de Utrera para prohibir que los menores de siete años vayan a los
toros?
-Otra cacicada. Otra vez la política ataca a la libertad. Sabemos que a un niño no le va a afectar a su salud ir a los toros. Todos los aficionados hemos ido desde muy niños, y muy pocas malas personas te puedes encontrar ni que hayan hecho algo malo a la humanidad.
-El señor alcalde parece querer convertirse en padre educador...
-Es todo un absurdo. Para eso, que la población dé a los niños en adopción al ayuntamiento hasta que cumplan los dieciocho años.
-¿Usted iba de chico a los toros?
-Sí, y no tengo ninguna secuela. No me ha causado ningún trauma. No concibo mi vida sin torear.
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