domingo, 24 de noviembre de 2013

«A veces es mejor que te pare un toro a estar parado»


Su nombre está ligado a la temporada 2013. No en vano, ha sido uno de los mejores de la campaña. Un torero revelación pese a llevar nueve años como matador de alternativa. Entró en los carteles de la Feria de Abril de Sevilla de casualidad, sustituyendo a 'El Juli', y se convirtió en el triunfador del serial al cortarle las dos orejas a un bravo ejemplar de Miura.
A partir de ahí, Manuel Escribano (Gerena, Sevilla 1984) toreó un número importante de festejos tanto en España como en Francia, y pisó plazas como las de Pamplona o Bilbao. Sin embargo, en septiembre, en Sotillo de Aranda, sufrió una grave cornada y tuvo que someterse a una dura intervención tras la rotura de la vena ilíaca. Tras un largo periodo de convalecencia, hace apenas unos días volvió a torear con la esperanza y la ilusión puesta en su vuelta a los ruedos.
-Enhorabuena por la temporada. Se refieren a usted como 'el torero revelación'. ¿Le gusta?
-Ha sido una temporada muy buena para mí y me hubiese gustado redondear mucho más, pero voy poco a poco y siempre hacia delante. Irán llegando más cosas y cada vez mejor. Estoy contento y es bonito que te llamen 'torero revelación' porque, quieras o no, he sido el matador que ha marcado un poquito la frescura y la novedad de la temporada.
-Un torero relevación que cuenta con nueve años de alternativa en los que las cosas no han ido como esperaba. Pero le llaman para una sustitución, en Sevilla, con la de Miura, y llega el triunfo. Un antes y un después en su carrera.
-Fue una tarde que, aunque para esa en concreto no estaba preparado, sí que lo estaba para todo lo que viniera. Siempre he sido muy constante, me mantengo en mi lucha y la preparación y el trabajo lo tenía hecho para afrontar los compromisos, y por eso salió todo bien. Tuve la suerte de que embistió la corrida, me tocó ese toro y todas las circunstancias se dieron. A veces los toreros se encuentran con tardes como esa y debes estar a la altura, con la preparación adecuada para poder aprovecharla y sobre todo para marcar un antes y un después en tu carrera.
-Se hizo justicia y a partir de esa tarde empezaron a surgir los contratos, una recompensa no solo al esfuerzo de ese día, sino a la constancia de los nueve años de matador de toros de alternativa, ¿no?
-Sí, en tardes en las que se triunfa así, de manera tan rotunda, la recompensa llega y en este caso lo hizo con la llamada de los empresarios y mi incursión en las ferias importantes de plazas que nunca había pisado. El toreo debería ser así. Los triunfos deberían servir para algo y tras toda una vida dedicada al toro, el esfuerzo debe ser recompensado. Y la recompensa de los matadores es verse anunciado en las ferias. Muchas plazas me han abierto sus puertas y me han dado la oportunidad de conocerme, de poder disfrutar y de que el aficionado disfrute conmigo.
-¿Los triunfos se saborean mejor cuando han costado tantos años de esfuerzo?
-La satisfacción siempre está ahí cuando cuajas una temporada como esta. Pero si es cierto que en casos como el mío, después de todo lo que he pasado, los años en los que he aguantado carros y carretas, y que me haya llegado esto... Pues lo he disfrutado el doble y estoy muy satisfecho. No estoy conforme, porque el torero no puede ser conformista y siempre debe exigirse más, pero sí que estoy satisfecho por todo el trabajo que ha costado.
-Aparte de la tarde de Sevilla, ¿con qué otros festejos de este año se queda?
-Después de Sevilla destacaría Bilbao, que es de las ferias en las que más me ha gustado torear y donde más a gusto me he sentido. Viví esa tarde con mucha intensidad.
-La cruz de la moneda vino en septiembre, con una grave cornada y una importante intervención quirúrgica tras seccionarle la vena ilíaca. ¿Los contratiempos se llevan peor cuando se está cuajando una temporada como la suya?
-Se asume con naturalidad pero no es fácil, ninguna cornada lo es y menos del tipo de la que yo he tenido, que estuve a punto de la muerte y pasé momentos tan malos. Los toreros tenemos que recuperarnos pronto aunque no sea fácil, una situación tan dura no se supera con facilidad, pero tenemos esa capacidad. No me lo he tomado mal, no es lo que más me ha traumatizado. He pasado situaciones peores y no precisamente por heridas de toro y a veces es mejor que te pare un toro a estar parado. Después de una temporada tan completa, vino la cornada, pero si me sucedió es porque tendría que hacerlo, no hay que darle más importancia. Los matadores recibimos cornadas y la mala suerte que he tenido es que haya sido más fuerte de lo normal, pero no hay que agobiarse con ello.
-¿Ha sido paciente durante la convalecencia?
-Los médicos se han asombrado mucho de mi recuperación, incluso ya he podido torear en el campo. Han dicho que la evolución ha sido impresionante. Siempre he sido muy activo y estaba loco por volver a mi vida cotidiana, pero he respetado muchísimo todos los plazos y las recomendaciones de los médicos, las he seguido y creo que ahí está la clave de mi progreso. Gracias a ello al cabo de los dos meses de sucederme algo tan grave, he podido ir al campo y regresar a los entrenamientos.
-Hace apenas unos días ha vuelto a torear. ¿Cómo se ha sentido?
-Me falta mucho para estar al cien por cien, porque todavía me canso mucho toreando y me quedo con poco aire, pero tarde tras tarde iré notando la evolución. Aún me siento un poco rígido y duro pero dentro de la normalidad.
-¿Piensa ya en la próxima temporada?
-Todavía es pronto, pero me gustaría estar en Valencia, tengo en su feria puestas mis perspectivas para iniciar la próxima campaña.
-¿Habrá justicia y mantendrá el sitio que se ha ganado este año, respetando sus triunfos?
-Es lo que queremos, intentaremos y en lo que vamos a trabajar. Pero espero no estar donde estuve el año pasado, sino por encima, más consolidado y poder entrar en todas las ferias, triunfar y no bajarme de ese nivel que quiero y busco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario