martes, 12 de noviembre de 2013

Ante la honestidad de El Juli triunfan Adame y El Payo en La México

Día 11/11/2013 - 14.53h

Joselito se consagra en la Monumental con cuatro orejas

La honestidad de Julián López «El Juli», quien no forzó un triunfo regalando un toro, permitió que Joselito Adame consagrara su toreo en La México cortando cuatro orejas y saliera en hombros con El Payo, quien sí regaló un astado y cortó tres apéndices.
Julián estuvo en lo que es: hecho un maestro, siempre firme con sus dos enemigos que fueron malos. Faenas técnicas, llenas de oficio y respeto en las que consiguió arrancar varios olés en reconocimiento a una buena actitud. Porque no solamente estuvo bien con sus toros, sino que cumplió cabalmente con su papel de director de lidiaestando atento toda la tarde.
El Juli llenó el numerado de la Plaza México y ese es otro punto que nadi le puede negar.
El no regalar un toro, pese a tener derecho porque no había contado con la materia prima, se lo agradecieron los verdaderos aficionados y sus propios compañeros, sobre todo Joselito Adame, que triunfó contundentemente en una tarde donde consagró su toreo en La México.
El triunfador de Las Ventas y mucha otras plazas de España demostró que aquello no fue casualidad, que está toreando con muchosentimiento, profundidad y serenidad, aprovechando la nobleza de sus dos enemigos.
Sus dos faenas tuvieron lo suyo, pero la primera fue la mejor de todas las que se vieron. Una labor de figura erguida, en la que Adame toreó con la muleta en una mano y el corazón en la otra. Antes de ejecutar los muletazos él los sentía y por ello tuvieron mucho impacto en el público que se le entregó como lo hacen con los toreros que, con verdad, se plantan en el ruedo de la Monumental.
Una faena de mucho impacto con la que Joselito pudo dar un golpe de autoridad, de atención, pero sobre todo de respeto, Después de lo hecho en Las Ventas y lo de aquí en la plaza más grande del mundo, habrá que comenzar a pensar en hablarle de usted al señor Adame.
Octavio García «El Payo» toreó como pocas veces lo hemos visto en La México en su primero. Una faena de muy buen corte, con muletazos largos y templados, que de pronto disgustó a los aficionados que le portestaron la oreja que cortó. Con esa espinita se quedó y como en su segundo poco pudo hacer decidió echar mano de ese recurso que cada día gusta menos, el del toro de regalo.
Muy aparte que no debió regalar el astado, pues ya había triunfado, al final su apuesta le salió porque apareció en el ruedo un astado noblecomo él solo, al que Octavio lo pasó por delante y por detrás cuantas veces quiso. No fue una faena con largueza, pero sí con emoción y variedad que le valió cortar las dos orejas y ganarse entonces acompañar a Adame en la salida en hombros.

FICHA DE LA CORRIDA

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