sábado, 8 de diciembre de 2012


«Francia me ha ayudado mucho y me ha abierto las puertas»

Madurez. Valentía. Oficio. Conocimiento. Técnica. Con estas palabras han definido a lo largo de la temporada al matador de toros Fernando Robleño (Madrid, 1979) en una de las campañas más importantes de su carrera desde su doctorado en Torrejón de Ardoz en el año 2000.
No en vano, el diestro ha vestido de luces en quince compromisos en plazas importantes de España pero también de Francia, donde este año dio un golpe de autoridad al encerrarse en Céret con seis toros de José Escolar.
El madrileño prepara con intensidad la próxima temporada, que será la primera junto a su nuevo apoderado, Raúl Galindo, quien dirigió la carrera de 'El Fundi' hasta que decidió retirarse.
-¿Ilusionado con su nuevo mentor?
-Sí, estoy contento y muy ilusionado porque a él lo veo también con mucha ilusión y ganas de trabajar. He dado un paso importante en mi carrera después del resultado de esta temporada. Para mí, que me acompañe un buen apoderado con el currículum que tiene Raúl, y sobre todo un amigo y un matador de toros, es muy importante. Eso a los toreros nos beneficia muchísimo.
-Raúl Galindo fue el apoderado de 'El Fundi', supongo que un referente como torero para usted.
-No cabe duda. Para mí 'El Fundi' ha sido una máxima figura del toreo aunque no se le ha dado a su trayectoria el mérito que realmente ha tenido. Es muy difícil aguantar las temporadas que él ha aguantado con ese tipo de corridas, logrando la regularidad de los triunfos. Eso es una prueba del nivel que tiene como torero y como profesional. Para los que estamos en el mismo camino de este tipo de corridas es un referente y es un maestro.
-'El Fundi' y usted, como otros matadores, son muy queridos y reconocidos en Francia. ¿Qué es Francia para usted y qué cree que es para el toreo?
-Para mí es muy importante. Yo lo digo bien claro, si algo o alguien me ha ayudado y me ha abierto las puertas, ha sido Francia. En España es muy difícil meter la cabeza en las ferias, a no ser que tengas muchísima fuerza o estés respaldado por una casa empresarial importante. En ese sentido Francia es un poco distinta, se puede ver otro tipo de corridas, ganaderías un poco más variadas, corridas con figuras pero también otras en las que la lidia y el toro son protagonistas. En la vida podré olvidar lo que Francia está haciendo por mí y jamás sabré como agradecérselo. También a favor de la fiesta está haciendo mucho, porque toreros como yo, si no hubiese sido por el país vecino, a lo mejor no habríamos ni aparecido. Además hay ganaderías si no fuera por Francia desaparecerían. Ahora mismo es un ejemplo de afición y de forma de gestionar las ferias.
-¿Los triunfos en Francia tienen mayor recompensa y repercusión que en España?
-Sí. En Francia los triunfos sí que sirven, sobre todo porque hay un nivel de aficionado más grande. Aquí en España deberíamos tomar un poco nota del ejemplo de la forma de trabajar de la Francia taurina. Estamos pasando por momentos económicos complicados a todos los niveles y el espectáculo tiene que adaptarse a la realidad y ofrecerse pocos, pero buenos.
-El año pasado por estas fechas comenzaba a gestarse la encerrona de Céret. Fue una tarde muy importante en la que cortó cuatro orejas. ¿Hubo un antes y un después en su carrera tras ese día?
-Posiblemente sí. En mi carrera he tenido tardes importantes, sobre todo en Madrid, pero la de Céret ha marcado una raya dentro de mi trayectoria. No había visto el vídeo y hace poco he visto varias imágenes de la corrida y me impresionan muchísimo. Era una tarde de mucha responsabilidad y haber sacado el resultado tan positivo, escuchar a los aficionados franceses las cosas tan bonitas que me han dicho... La verdad es que para mí es muy bonito.
-¿Está necesitado el toreo de gestos como el suyo?
-Pues bueno, posiblemente. A lo mejor sí. Lo que no sé es si este gesto habría tenido la repercusión a nivel de público que tuvo en Francia si lo hubiese hecho en España. Para mí, el mayor triunfo, fue salir del patio de cuadrillas para hacer el paseíllo y ver la plaza a reventar, lleno hasta arriba. Fue una muestra del interés y la expectación de la tarde y eso fue muy importante. Estoy convencido de que ese día se han hecho aficionados nuevos y el boca a boca ha ayudado a darme a conocer.
-¿Esperaba que los empresarios en España se acordasen de usted después de esa tarde?
-Si te soy sincero sí, porque en España quedaban ferias por rematar, había sustituciones y no tuvo el eco que yo esperaba. Los empresarios tendrán también sus motivos y nunca es tarde si la dicha es buena. Esta temporada va a ser para mí muy importante, creo que voy a estar anunciado en muchísimas ferias de Francia de primera categoría. En España espero que las empresas tengan en cuenta este tipo de cosas y puedan contar conmigo.
-Muchos críticos afirman que está en su momento de madurez profesional. ¿Se siente así?
-Creo que sí. Los toreros, cuando llevamos varios años como matador de toros, vamos cogiendo poso. Soy una persona que me dedico en cuerpo y alma a mi profesión, vivo para el toreo nada más y creo que ahora mismo estoy en un momento dulce y bonito. Disfruto matando el tipo de corridas que mato y espero que 2013 sea un año importante. Tengo una ilusión tremenda y muchas ganas de que empiece ya, porque intuyo que puede ser un año importante para mí.
-¿Es fundamental para un torero no perder la ilusión?
-La ilusión mueve montañas y hace que te sacrifiques día tras día. Sin ilusión es difícil hacer los esfuerzos que se hacen en la plaza delante del toro.
-¿Cuál es su ilusión y su deseo de cara a 2013?
-Dar la dimensión de torero que creo que ahora mismo tengo. Que cada tarde que toree pueda convencer a empresarios y aficionados de Fernando Robleño y estar a un nivel alto. Te puedo decir que quiero torear 40 corridas de toros en las ferias pero eso depende de muchas cosas. Mi reto es torear a un nivel alto al que creo que debo estar.
-Y si es posible, hacer más paseíllos en España, ¿no?
-Está claro.

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