Emilio de Justo toreó el pasado domingo en la localidad colombiana de Une. El diestro cacereño no tuvo suerte, pues falló con los aceros en el primero toro y lidió un segundo que se paró. Sin embargo, dejó muy buenas sensaciones entre los aficionados que llenaron los tendidos de la plaza. Se lidió una corrida de la ganadería de Vistahermosa, correcta de presentación pero de juego desigual.
Abrió plaza el rejoneador Willy Rodríguez, demostrando que es un buen jinete y domina el toreo a caballo. Destacó en los pares a dos manos, cortando una oreja al primero de su lote y siendo ovacionado en el segundo. El matador de toros Sebastián Vargas paseó dos apéndices de su primero y uno del segundo, demostrando mucho oficio y madurez. Salió a hombros de la plaza de Une.
La calidad del toreo de Emilio de Justo quedó patente en ambas faenas, demostrando su concepto de toreo artista. Fue ovacionado tras la lidia de cada uno de sus astados.
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