lunes, 7 de abril de 2014

Tres novillos de Los Chospes de bandera

Día 06/04/2014 - 23.04h

Vicente Soler corta la primera oreja de la temporada en Las Ventas en el cartel de los debutantes

Nuevo en esta plaza. La frase se triplicaba en el programa de mano con la terna de debutantes, como en aquella película de Palomo Linarescon la que muchos soñaron con ser toreros. Para la presentación al cubo aguardaba en chiqueros una novillada de Los Chospes que era una señora corrida de toros. Ninguno de los chavales se arredró con el serio conjunto, que lidió un trío de bandera, de premio gordo.
Entre los ejemplares de categoría el único que se marchó sin una oreja fue «Rabanito». Que ese quinto portase un diminutivo en su nombre sonaba a guasa. ¡Menudo era! Y qué juego tan estupendo ofreció.Vicente Soler, que se había crecido con los palos en el último par, arrancó vibrante con dos pases del péndulo. El de Burriana se empleó a fondo con muletazos por ambos pitones que calaron de lo lindo en lostendidos de Las Ventas, con más ambiente de lo normal gracias a latarifa plana del tres por uno. Pese a colocarse algo al hilo, Soler intentó alargar siempre la embestida, que en algunos momentos hizo el avión. El remate por bajo gustó y el pinchazo no fue óbice para que cortase un trofeo y se ganase un puesto en el festejo del 27 de abril. Su felicidad sólo era comparable a la de Alegría, una preciosa niña de cuatro años que no perdió detalle y nos dio una lección a sus vecinos de localidad.
Menos fortuna tuvo con el basto segundo: más que embestir,topaba. Vicente Soler, hijo del matador del mismo nombre, resolvió con mérito el saludo de hinojos y banderilleó con más voluntad que acierto. En la muleta se dobló a su modo con el manso y lo dejó pasar en un amago de serie, pero aquella incierta prenda era apta para expertos en batallas y no para un principiante.

Dos grandes ejemplares

Los otros dos grandes novillos de la tarde tocaron en suerte a Borja Álvarez, que dejó su tarjeta de visita con sendas portagayolas.«Merengue», sin andar sobrado de fuelle, poseyó una nobleza y una calidadextraordinarias, y el alicantino lo intentó con ahínco. El cuarto, con movilidad y transmisión, exigía mando, pero el chaval ahogó en exceso a este «Cocinero», al que recetó con ganas un amplio menú de pases. Tanto se extendió que oyó un recado antes de entrar a matar.
El lote de menos opciones correspondió a David González.«Largapuya», que recibió una de ídem, no era ninguna joya. El madrileño sorprendió con su concepto clásico, con esa manera de ofrecer el pecho y en algunos naturales reflejados de pureza. Anduvo por encima del rival, en una faena para aficionados. El sexto fue unanimal medio en el que causó otra vez grata impresión, salvo con los aceros... Al borde del tercer aviso quedó. Los honores se los habían llevado antes tres hermanos de Los Chospes con merecidas ovaciones.

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