Enrique Ponce sigue abonado al triunfo; Morante, a la mala suerte
El maestro de Chiva cortó dos orejas el viernes en León (Querétaro), donde este sábado el de La Puebla volvió a tropezar con su lote en una jonada que terminó con Adame a hombros.
Ponce en una imagen de archivo en Albacete
El fin de semana ha sido intenso en León para los españoles. Enrique Ponce sigue cosechando triunfos en tierras mexicanas y el viernes volvió a repetir el triunfo de La México, mientras que Morante de la Puebla sigue abonado a la suerte escasa como sucedió otra vez este sábado, cuando Joselito
El torero de Chiva le cortó las dos orejas a su segundo, un buen toro de San José que fue aplaudido en el arrastre. Ponce pudo lucirse a la verónica y en un bonito quite por delantales. Con la muleta templó al toro en una nueva demostración de conocimientos acompañado de una gran estética. El valenciano supo aprovechar la calidad y la nobleza del astado. Acabó caldeando al público con las poncinas antes de matar de una estocada. No tuvo fortuna con su primero, muy parado. Lo intentó por todos los medios. Los mejores momentos llegaron por el pitón derecho, pero no fue suficiente.
También cortó una oreja Juan José Padilla tras una faena emotiva en la que el jerezano estuvo por encima de un toro desclasado. Pundonor y entrega. Su segundo, rajado y con complicaciones impidió completar el triunfo a Padilla.
La otra oreja de la tarde de los toros de San José fue a parar al esportón de Diego Silveti. El guanajuatense cuajó una buena faena ante el mejor toro de la tarde, con transmisión y calidad. Destacó la firmeza de Silveti en las series con la mano derecha que fueron largas y profundas. Mató al segundo intento. Oreja para el torero y arrastre lento para el toro. Con su segundo, estuvo dispuesto.
No tuvo fortuna Arturo Saldívar con su lote, el primero se paró muy pronto y el segundo desarrolló peligro.
En la jornada del sábado, Joselito Adame fue el triunfador. El de Aguascalientes cortó dos orejas a base de fe y ambición a la corrida de Los Encinos. No tuvo fortuna Morante con su lote, y sólo pudo dejar destellos de su tauromaquia. Diego Silveti, por su parte, pudo pasear un trofeo tras una buena labor, pero falló con los aceros.
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