domingo, 3 de marzo de 2013


Era una promesa y había que cumplirla. Por eso, el diestro Antonio Ferrera invitó a Miguel Ángel Silva a su finca, para lidiar un novillo a puerta cerrada que sirvió como preparación de cara al debut con picadores del joven segedano. Meses antes habían coincidido en una plaza de toros, pero en condiciones muy diferentes.
Miguel Ángel Silva resultó herido gravemente en octubre del pasado año en Hoyo de Pinares. Ferrera, que se encontraba en el coso, le taponó la herida -un astado le había arrancado la femoral- hasta que fue operado y trasladado al hospital.
La cornada quedó atrás y hoy Miguel Ángel Silva se prepara con intensidad de cara a su debut con los del castoreño este domingo en la plaza de toros de Olivenza. Compartirá cartel con José Garrido, Posada de Maravillas y Lama de Góngora, con reses de 'El Freixo' en festejo matinal.
Durante la lidia del astado a puerta cerrada, el segedano demostró que lo relacionado con la herida es solo un mal recuerdo, que está preparado para la nueva etapa que se abre en su trayectoria profesional y sobre todo que no ha perdido ni un ápice de su buen concepto del toreo. La afición está deseando verle y él agradecer con su triunfo todo el cariño recibido durante el periodo de convalecencia.
-¿Cómo se encuentra?
-Estoy bastante recuperado del percance. Es una anécdota que va a pasar a la historia en mi carrera taurina, de la que solo me voy a quedar con lo positivo, que es la madurez que me ha dado este tiempo de 'parón'. Ha sido una tarde preciosa, muy emotiva, porque me reencontraba en una plaza de toros con el maestro Antonio Ferrera, que siempre llevaré en mi corazón como un ángel de la guarda. El destino quiso que estuviese allí ese día para salvarme la vida y la tarde en su casa ha sido inolvidable y extraordinaria de cara al debut con caballos. Vivir estas sensaciones me motiva.
-Ha estado un tiempo convaleciente de la cornada, pero después ha intensificado la preparación de cara al debut ¿no?
-Ante estas circunstancias lo único que queda es preparar la mente para afrontarlas lo mejor posible y, sobre todo, para no venirte abajo nunca. Te mentiría si te dijese que no ha habido momentos de 'bajón' cuando los médicos me tenían prohibido hacer ejercicio físico. He visto que podía dar mucho de sí ante circunstancias duras. La rehabilitación la hice en un tiempo sorprendente. Fue dura, pero conseguí mi objetivo, que era llegar preparado para Olivenza.
-¿Cómo se ha preparado mentalmente?
-Ha sido fundamental contar con un apoyo increíble, tanto de mi familia, que ha estado ahí desde el primer momento, como de amigos y demás familiares. No puedo olvidar tampoco el apoyo de toda la familia taurina, maestros como Ferrera, Antonio Muñoz, Perera, Talavante. Si había momentos en los que veía a mis compañeros tentando, y yo aún estaba en la camilla de rehabilitación, pensaba que con esfuerzo a mí también me llegaría el día.
-El del domingo será un cartel bonito y atractivo para el aficionado.
-Pocas veces he visto esa atracción especial por una novillada con caballos en la tierra. Creo que tanto la empresa como la Diputación de Badajoz han hecho una labor acertadísima. El aficionado que vaya el domingo por la mañana a Olivenza va a ver un cartel rematado, con tres de los novilleros que han sido triunfadores la temporada pasada y con un torero sevillano que despierta una expectación increíble. Los aficionados van a ver competencia sana y novilleril, con cada uno jugando sus cartas y dando mucho de sí.
-Una tarde que llega después de una temporada, la de 2012, que iba encaminada desde el primer momento al debut con caballos, ¿no?
-Desde que al principio de temporada se hicieron cargo de mi carrera mis actuales apoderados se enfocó de esa manera. Han sido 19 novilladas en las que he podido perfeccionar muchas cosas de mi técnica de cara al debut con caballos, que siempre pensé que sería en Olivenza. Perdí algunas tardes por la cornada pero el balance es positivo, con un triunfo muy rotundo en El Puerto de Santa María y con plazas en las que sale el novillo picado en festejos sin caballos, y en los que he visto una dimensión de mi toreo que me animaba a prepararme para el debut.
-¿Se queda con alguna tarde?
-La tarde en Badajoz fue especial, porque era mi primer paseíllo en el coso de Pardaleras después de entrenar horas y horas en él. No pude cortar orejas pero noté que la afición se entregó conmigo y pude sentir el calor de mis paisanos. También fueron muy emotivas las tardes en Torrelagunas y Amurrio. Me quedo con las sensaciones al ver evolucionar mi concepto del toreo y la sensación de estar preparado para dar el salto.
-¿Le gustaría pasar página y olvidar lo sucedido en Hoyo de Pinares o le motiva pensar que supo sobreponerse a las circunstancias adversas?
-No me había parado a pensarlo, pero creo que cogería un poco de las dos cosas. Las cornadas son medallas para los toreros. Me encanta sacarle lo positivo a todos los aspectos de la vida y con respecto a la cogida me quedo con la madurez que me ha dado. Me ha hecho crecer como torero y como persona. Cuando uno está tan cerca de irse de aquí aprende a valorar mucho más las cosas. Fue algo que llegó en mi carrera demasiado pronto, pero me ha servido para madurar.
-¿Cómo se plantea la temporada después de Olivenza?
-Por más que repitamos que esto está muy mal no vamos a arreglar nada. Los puestos estarán contados en todas las ferias, se van a reducir muchas novilladas. Voy a intentar disfrutar en la plaza las tardes que toree, y a la vez, hacer disfrutar al aficionado. Con ello daré argumentos a las empresas para que me pongan. No sé cómo voy a enfocar la temporada, aún es pronto. Sé que tengo una oportunidad muy grande en Olivenza y puede ser un escaparate bastante bueno para que las empresas apuesten por Miguel Ángel Silva y para que mis apoderados puedan trabajar también en ello.
-El pasado curso académico comenzó a estudiar la licenciatura en Periodismo. ¿Seguirá compaginando el toreo y las clases en la Universidad?
-Decidí aventurarme en las carreras taurina y universitaria a la vez y la experiencia no ha sido mala. Tengo cinco asignaturas por cuatrimestre, en este solo me pude presentar a cuatro, y las he aprobado, así que es un aliciente para seguir luchando por lo que uno quiere. Estoy contento con ello y seguiré con los estudios. No podré dedicarle el tiempo que otros compañeros, pero seguiré haciéndolo porque para la vida también es importante la formación académica.
-¿Cómo están viviendo los días previos al debut su familia y amigos?
-Ellos siempre han sabido que mi ilusión era el debut con caballos en Olivenza. Mi madre ha sido la que más ha sufrido y lleva mal que se avecine el inicio de la temporada, pero cuando una madre ve sonreír a su hijo todo lo demás se borra. Mis amigos y familiares están ilusionados, pero también responsabilizados, porque va a ser un día importante y necesitaré su apoyo.

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