lunes, 1 de octubre de 2012


El milagro de 'El Soro'

28.09.12 - 00:18 - 
El milagro de 'El Soro'

«Los milagros existen. La prueba de ello soy yo». A lo largo de la entrevista, Vicente Ruiz 'El Soro' (Foyos, Valencia, 1962) repite en varias ocasiones esta misma frase. El diestro se encuentra muy ilusionado. Ha pasado de caminar con dificultad a volver a ponerse delante de una vaca en el campo. O, como el mismo relata, «de estar inválido en una silla de ruedas durante 20 años a soñar con la reaparición». Desde 1994 el torero valenciano ha entrado más de treinta veces en el quirófano. En abril de ese año, al salir de poner un par de banderillas se lesionó de gravedad en la rodilla derecha. Desde entonces ha recorrido varios países del mundo buscando una solución hasta que se puso en manos del cirujano Pedro Cavadas (conocido sobre todo por llevar a cabo con éxito numerosos trasplantes).
«Después de varias operaciones me han puesto una prótesis similar a la que utilizan los jugadores de baloncesto de la NBA», explica 'El Soro' a través del teléfono, pues se encuentra en el Campo de Gibraltar, preparándose junto a David Romero, su entrenador personal.
Y es que, en su mente solo hay un objetivo: volver a torear. Por ello entrena «unas diez horas al día» y ha pasado de pesar 109 a 80 kilos, aunque su meta está en los 65. «Llevo un largo camino de sacrificio y lucha, pero nunca he perdido la ilusión del principiante», añade.
«Vivir sin torear no es vivir, porque el toreo es una forma de entender la vida», apunta uno de los matadores punteros en la década de los 80, una revolución para la afición valenciana que tantas veces le vio torear junto a 'Paquirri', Luis Francisco Esplá o Victor Mendes, entre otros.
Tomó la alternativa en Valencia el 14 de marzo de 1982 de manos de Paco Camino, con Rafael de Paula como testigo, y comenzó una carrera marcada por el éxito, formando parte de muchos carteles de toreros banderilleros y despertando el interés en la afición de la ciudad. Su incursión en el panorama taurino fue una auténtica revolución.
Con 21 años tuvo que enfrentarse a la cara más amarga del toreo, al compartir con 'Paquirri' y 'El Yiyo' el cartel del 26 de septiembre de 1984 en Pozoblanco en el que Francisco Rivera perdía la vida tras ser cogido por 'Avispado'. Menos de un año después sería José Cubero quien moría como consecuencia de una cornada en Colmenar Viejo.
«No son momentos fáciles para mí, es muy duro recordar todo lo que pasó pero lo afronto con realismo», dice 'El Soro'. Su voz se quiebra al rememorar aquella trágica tarde. Volver a vestir de luces y a torear fue difícil pero se sobrepuso y llegó a matar 1.337 corridas de toros, estando en la élite trece años. «Tuve muchos percances, pero el que me apartó fue el de la rodilla», subraya el torero.
Las cosas comenzaron a torcerse y tuve que atravesar varios altibajos en su vida al perder la tauromaquia como referente. Fueron años duros, de llegar a tocar el fondo del pozo, pero el toreo y su ilusión por él le han tendido una mano para superar las dificultades.
«He aprendido a ser mejor como persona y a aprender de mis errores», indica tras recordar que ha habido turbulencias y angustias en sus últimos años.
El deseo de volver a torear, la fe en lograrlo, el cariño y apoyo de sus familiares y amigos le han ayudado a superar las adversidades. «Quiero hacer de nuevo el paseíllo también para dar un mensaje de esperanza a las personas que lo están pasando mal, que sepan que se puede salir y que los milagros existen», recalca Vicente Ruiz.
El torero solo tiene buenas palabras para Extremadura, una región a la que , comenta, «se llega riendo y se sale llorando». La afición siempre le respetó y se anunció numerosas tardes en sus cosos. Cuenta incluso con una peña taurina en Badajoz y tuvo una finca próxima a Villar del Rey. «Me da mucha alegría saber que hay una agrupación taurina con mi nombre que aún me espera», apostilla.
Admira la Extremadura taurina y lo alto que han puesto el listón sus ganaderías y toreros. Recuerda especialmente al maestro Luis Reina y valora a Antonio Ferrera, al que conoció en su finca cuando empezaba a torear. También a Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Ambel Posada, «nieto de un gran periodista y matador de toros», comenta.
Reaparición
Apartado de los ruedos desde hace 18 años, 'El Soro' cree que el toreo no ha cambiado en exceso en este tiempo. Le gusta tanto que no le ve defectos. «Antes había toreros extraordinarios como -enumera- Luis Francisco Esplá, Ortega Cano, Paco Ojeda 'El Niño de la Capea', 'Paquirri' o Espartaco... Todos han sido toreros de época y hoy España vive un momento bueno de matadores de toros que marcan la diferencia y ponen alto el listón».
De momento su recuperación está siendo esperanzadora. Larga y dolorosa, según reconoce, pero viendo los progresos cada día. De ahí que sueñe con volver a hacer el paseíllo en Valencia, en la Feria de Fallas y con las figuras del toreo actuales como compañeros de cartel. «Tan solo espero que Dios me de tiempo y fuerza para poder torear con todos ellos», sentencia.

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