La faena ha marcado lo que ha sido para mí esta temporada»
Antonio Ferrera hace balance de la lidia de 'Melenudo', el toro de Victorino Martín al que indultó en Úbeda el pasado domingo
02.10.12 - 00:05 -
Según la Real Academia de la Lengua, la suerte es el 'encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual'. Casualidad fue que a Antonio Ferrera (Badajoz, 1978) le correspondiese el domingo en Úbeda la lidia de 'Melenudo', un toro cárdeno de la ganadería de Victorino Martín.
El diestro extremeño lo recibió con verónicas, fue el encargado de picar al toro, lo bregó él mismo en banderillas, hizo un espléndido quite por chicuelinas y se vació en la faena de muleta. El público pidió con fuerza el indulto de este ejemplar nacido en diciembre de 2007 y herrado con el número 100. El presidente mostró el pañuelo naranja que auguraba a 'Melenudo' una larga vida en tierras extremeñas, donde pastan los astados de Victorino Martín, que se encontraba en la plaza andaluza presenciando la corrida en la que también torearon Carnicerito de Úbeda y Rafaelillo.
Las crónicas de los periodistas que presenciaron el festejo recogen las virtudes del astado, que humilló con mucha calidad y era un ejemplar bravo y encastado.
«Fue una faena muy especial, de esas lidias completas en las que se tienen sensaciones desde el primer capotazo», afirmó ayer a HOY Antonio Ferrera, vía telefónica, pues se encontraba en El Hoyo de Pinares acompañando a José Garrido, el novillero al que apodera junto a Raúl Gracia 'El Tato'.
El matador de Villafranco del Guadiana explicó que el toro se entregó lo hizo con mucha profundidad, algo que le permitió sentir el toreo de una manera muy especial. «Hubo mucha emoción, mucha intensidad y fue de esas lidias completas y especiales. Para mí ha sido una faena que, desde el primer momento hasta el final, ha marcado mucho lo que ha sido esta temporada», destacó.
Reconoce que se dejó llevar desde el primer momento por lo que estaba sintiendo, por sus emociones y sentimientos desde las verónicas de recibo «muy metido» en las que el toro respondió. De ahí que llegase incluso a picarlo.
«Cuando me bajé del caballo hubo un quite por chicuelinas muy bonito. Después en el tercio de banderillas lidié al toro con mucha torería. Lo disfruté. La faena de muleta tuvo también mucha intensidad desde el principio y el toro desde los primeros compases fue muy bravo, encastado y siempre con una intensidad en su comportamiento que hizo que se vivieran momentos en la plaza de una emoción y de una intensidad muy bonita», añade Antonio Ferrera que ha indultado al primer morlaco de la ganadería de Victorino Martín de su carrera, algo que hace este hecho aún más especial.
«Ha sido importante sobre todo por lo que representa esa ganadería en mi carrera, y por todo lo que lleva representado esta temporada desde los seis toros de Badajoz, que fue una tarde que marcó un antes y un después en mi trayectoria. Este año está siendo muy especial y muy importante para mí como torero y como persona, pues es la última corrida que mataba este año de Victorino y terminar con una intensidad y con un toro que me permitió expresar lo que expresé hace que sea un indulto muy especial en mi carrera», comenta el diestro.
Antonio Ferrera está cuajando una gran temporada. Afición y crítica coinciden en el excelente momento que atraviesa su carrera, contando sus actuaciones por triunfos pero sobre todo, destacando por la dimensión de su toreo.
El extremeño está anunciado este domingo en Zaragoza con toros de Ana Romero junto a Paulita y Juan Bautista y el próximo 14 de octubre finalizará la campaña en un festival en Dax (Francia) en el que también se lidiarán ejemplares de Victorino Martín.
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