miércoles, 14 de noviembre de 2012


«Es muy difícil encontrar un torero tan puro que sea tan valiente»
Acaba de ver la luz la tercera reedición de 'José Tomás, un torero de leyenda' (Alianza) un libro que se publicó por primera vez en 2008, volvió a editarse un año después y ahora, tras el grave percance de Aguascalientes y la reaparición en Valencia, vuelve a salir al mercado. En gran parte, por el enorme interés que suscita entre los aficionados todo lo que rodea al diestro de Galapagar. En esta última entrega el título cambia y ahora es 'José Tomás, la leyenda continúa'.
Su autor es Carlos Abella (Barcelona, 1947), director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad Autónoma de Madrid. Como escritor ha publicado varias obras sobre tauromaquia como 'Historia del toreo', las biografías de Paco Camino y Luis Miguel Dominguín, el ensayo 'La influencia del lenguaje taurino en el coloquial', 'De Manolete a José Tomás' y 'José Tomás, un torero de leyenda'.
-¿Por qué decidió reeditar su libro sobre José Tomás?
-La primera edición se publicó en 2008 y tuvo muy buena aceptación. El título era premonitorio porque sí que es un torero de leyenda. Quizás aún era pronto calificarlo así pero los hechos han confirmado que es un diestro que será muy difícil olvidar. Entre 2008 y 2012 han pasado muchas cosas relevantes en la vida profesional de José Tomás. A principios de mayo, la editorial me propuso hacer una nueva edición por todo lo que había sucedido en su carrera. El libro no incluye la temporada 2012 porque, al editarlo en mayo de este año, no sabía si iba a torear o no.
-¿Cree que su leyenda creció tras la cornada de Aguascalientes?
-Antes de Aguascalientes le atribuí ser un torero de leyenda, aunque es cierto que la tragedia de Aguascalientes ha aumentado el dramatismo de su figura. Afortunadamente se han salvado el hombre y el torero.
-¿Cambió su concepto del toreo después del percance?
-Una de las cosas que más admiro de José Tomás es su capacidad de evolucionar, de investigar, de buscar nuevas formas de interpretar el toreo, de adaptarse a muchas circunstancias para darle a los lances y a los muletazos un sello personal. José Tomás ha desmentido ser un torero torpe y solo tener valentía que era lo que sus críticos le achacaban. Es un matador muy técnico, con muchísimo valor y que ha sido capaz de evolucionar desde sus inicios hasta ahora, demostrando que estudia, investiga y trata de mejorar la interpretación de las suertes.
-¿Supo que iba a ser un matador de leyenda desde la primera vez que le vio torear?
-La primera vez fue su segunda tarde en Madrid. Apenas pude verle unos segundos porque resultó cogido al recibir a un novillo con el capote y sufrió una conmoción. Se lo llevaron a la enfermería. Así que la primera vez que le vi, sencillamente no le vi. Solo sé que se quedó muy quieto, y eso es algo que gusta de los que empiezan. La tarde anterior había cortado dos orejas y había salido a hombros. Luego he disfrutado de su toreo muchísimas veces y, aunque no he podido seguir toda su trayectoria, creo tener suficientes datos para conocer toda su evolución.
-¿Cómo explica su reaparición tras su cornada de Aguascalientes poco más de un año después?
-La operación de Aguascalientes tuvo efectos positivos pero dejó unas secuelas que había que volver a operar. Fue intervenido nuevamente en Sevilla. Tardó un año y casi tres meses en recuperarse, una prueba de la gravedad de la cornada y de sus secuelas, pero también de su espíritu de superación para estar en condiciones de afrontar lo que el público le exige. La cornada fue muy grave y él acreditó su enorme capacidad de lucha y de sacrificio al poder volver a torear.
-Quizás a la temporada de 2011 le faltó un triunfo rotundo. ¿Ha podido influir eso de alguna manera en la reducción de sus actuaciones este año 2012?
-En Valencia estuvo muy bien y en Barcelona triunfó saliendo a hombros. Al final de temporada 2011 se le vio más brillante. Que haya toreado tres tardes este año se justifica en base a su entrega. Eso hace que espacie sus intervenciones, no toree mucho y mucha gente no pueda verle.
-Eso también ha dado pie a numerosas críticas. ¿Por qué sigue teniendo detractores?
-Porque se ha enfrentado a los grandes poderes del toreo. Eso ha motivado que, al margen de críticas concretas por su forma de torear, haya tenido muchos enemigos, aunque cada vez son menos porque todos han terminado perdiendo sus batallas. Los que lo acusaban de suicida, no sabían lo que decían. Los que lo acusaban de poco técnico, en Nimes han podido comprobar que es un torero con una gran profesionalidad. Nos gustaría verle anunciado más tardes, es el único reproche que podemos hacerle. Él lo asume y sabrá el por qué mide más que antes sus apariciones en los ruedos.
-¿Cree que hay algún torero que continúe su línea? En sus inicios se habló de las similitudes con José Tomás de Alejandro Talavante...
-Alejandro tuvo una primera parte de su trayectoria en la que sí que tuvo influencias de José Tomás, aunque solo fuera por la común coincidencia de Antonio Corbacho en la vida ambos. Creo que Alejandro ha buscado muy bien su camino y su personalidad. Hoy en día no hay nada que asimile a Alejandro Talavante con José Tomás. Como herederos... No veo a nadie que siga su trayectoria. Hay algunos que sí siguen un poco el concepto de pureza que tiene José Tomás y en este sentido podríamos hablar de Sergio Aguilar, pero no veo toreros que hereden el conjunto de su personalidad. Lo que él ha dado es una personalidad muy clara a algunas suertes. Hay mucha gente que quiere dar las gaoneras como las da él. La manoletina, gracias a José Tomás, ha vuelto a ser un muletazo respetado por el público porque le ha devuelto a algunos lances una interpretación severa, rigurosa y solemne; una impronta personal que algunos diestros sí quieren imitar.
-¿Y el toreo de José Tomás se parece al de algún espada histórico?
-Probablemente es el diestro clásico más valiente que he visto nunca. Es muy difícil encontrar un torero tan puro, que al mismo tiempo sea tan valiente. En José Tomás se da el valor como un valor esencial de su toreo pero al mismo tiempo tiene un concepto muy clásico, muy puro del toreo y no se sale de su línea aunque haya ido evolucionando en algunas suertes.
-¿Cuando pasen los años y se analice su figura, se le calificará como un matador de época?
-Sí, sin duda. José Tomás tiene una cosa muy importante: la enorme admiración de sus compañeros. No hay nadie que ponga en cuestión su capacidad, entrega, técnica y valor. A Esplá, hace muchos años, cuando le preguntaron por el torero más valiente que había visto, dijo que José Tomás. Recuerdo que a 'El Cordobés' le preguntaron qué matador le gustaba y dijo que José Tomás, que le asustaba verle en los ruedos. Los profesionales han admirado en el valor al servicio del arte. No es un loco, un suicida o un chalado. Tiene un gusto por el riesgo en una profesión donde el miedo está presente. Eso es digno de admirar y por ello todos le admiran y sienten por él tanto respeto. Entre los aficionados y no aficionados existe una enorme expectación, porque toreando menos genera muchísimo más interés. Se ha convertido en un artista a seguir, porque para verle hay que ir donde él va a torear. Los aficionados no pueden estar en casa esperando a que salga por televisión y todo este conjunto es lo que ha creado el acontecimiento José Tomás. No sale en ninguna publicación ni motiva que se hable de él por otra cosa que no sea por su toreo. Dentro de muchos años, la tauromaquia de 1995 al año en que se retire, vendrá marcado por la personalidad de José Tomás, compartida con otros, inevitablemente. A mis nietos les hablaré de forma distinta de José Tomás que cuando les hable de otros.
-¿Habrá una nueva reedición de su libro?
-El autor siempre es el último en enterarse. Hace seis meses no sabía que la editorial había pensado en hacer esta tercera reedición que incluye algunas fotografías nuevas y una narración de todo lo acontecido en la vida de José Tomás en el año 2010 y 2011. No sé cuando tiempo va a estar José Tomás en el toreo. Tiene ya 37 años, es un hombre joven pero ya empieza a ser un matador con cierta veteranía y, sin embargo, parece nuevo en el sentido de concepto. A otros el paso del tiempo les afecta, pero a José Tomás no. Pueden haberle afectado las heridas pero no le veo un torero en retirada. No sé si va a estar mucho tiempo en activo, creo que eso no lo sabe ni él mismo.

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