lunes, 7 de enero de 2013


Cuando nadie le ve

Retrato íntimo de José María Manzanares, un torero de cartel y de portada

05.01.13 - 00:09 - 
Cuando nadie le ve

Toda la fama que tuvo su padre de mujeriego la tiene él de chico formal y amante esposo. Y más le vale, porque esas fotos en las que el italiano Mario Testino lo retrató en su vertiente más 'testinicular' junto a Kate Moss para la edición española de Vogue dan para pensar muy mal. Tal vez, como diría el centenario Canito, si Manolete levantara la cabeza y viera, en la portada de una revista femenina, a uno de los matadores más famosos del momento toreando de salón (y con la taleguilla entreabierta) a una semidesnuda, pálida y escuálida modelo británica se volvería a morir. Pero hoy los tiempos son otros. Y muchos diestros no tienen reparos en alternar paseíllo y pasarela con una soltura que habría hecho volver a exclamar a El Gallo «¡Hay gente pa tó!». Y con razón.
Que tiemble Cayetano Rivera porque si de él se enamoró, estéticamente hablando, Giorgio Armani, a este morenazo de ojos rasgados (en casa, de niño, le llamaban chinito), mirada a lo Marlon Brando, perfil griego y boca sensual, acaba de ficharlo Givenchy para su campaña de primavera-verano 2013. Posando, pone Manzanares cara de perdonavidas. De matador en todos los sentidos. De cerca, sin embargo, es tímido y reservado. Su sueño es ser torero de época, pero en la época que le ha tocado vivir manda Twitter y las nuevas tecnologías. Como ese ultraligero estoque de fibra de carbono que el diestro presentó hace unas semanas y que de haberlo pillado Manolete o El Gallo lo habrían usado para pinchar aceitunas. Estoque aeronáutico lo han bautizado. A Manzanares le da igual como lo llamen. Le está viniendo de perlas para pegar derechazos sin sobrecargar la muñeca, que ya lleva doce operaciones y el médico le ha recomendado que afloje. Bastante 'corná' le dio el mosquito del dengue.
De una sola mujer
A los antitaurinos tal vez les sorprenderá saber que la primera vocación de este matador de toros fue la de veterinario. José María Dolls Samper (sus apellidos reales) vino al mundo hace 30 años en Alicante. De su padre ha heredado la vocación definitiva de torero y el nombre artístico, Manzanares. Por eso el emblema de su página web es una manzanita, bastante más curvilínea que la de Apple. También ha sacado a él los andares, el innegable atractivo masculino y la forma de ponerse ante el toro. Hay algo más que los une: ser del Barça. «A Messi, si fuera toro -declaró el diestro a este periódico-, habría que indultarlo pero ya desde el capote».
Fuera de la plaza, en el ámbito privado, hay un rasgo que define a Manzanares hijo y que (a juicio de los expertos) no viene de herencia paterna: ser hombre de una sola mujer. Y es que el diestro podrá pasar del escalafón (eso dice) pero no de la Escalona, porque la tiene en casa. «Con Rocío llevo desde los 16 y es la que mejor me aguanta», reconoce. Rocío Escalona, una escultural rubia que también podría ser modelo, es la madre de su primer hijo, otro José María, y actualmente está esperando el segundo, que nacerá en primavera. «Ella es la que manda en casa. Para ser mujer de torero hay que ser paciente, inteligente. Y sobre todo, buena persona, porque los toreros tenemos muchos cambios de humor. Lo mismo un día estamos arriba que otro estamos muy abajo. Y ella tiene que equilibrarte. Es esencial».
Doce años llevaban juntos cuando se casaron el 6 de noviembre del 2010 en la iglesia de Nuestra señora de Gracia en Alicante. A la boda acudieron 600 invitados, entre ellos, un montón de toreros: Francisco Rivera, El Soro, Pepín Liria, Javier Conde, el Juli... Pero no Josemari Manzanares padre, y eso fue muy comentado. «Él y yo sabemos lo que pasó y me da igual lo que digan -ataja el hijo-. Mi padre siempre ha estado cerca de mí». Su familia, el toro y poco más se sabe de las aficiones del joven Manzanares. Una vez le confesó a esta periodista que a veces escucha a Perales (con cuyo apellido le toman el pelo sus amigos), pero quien de verdad le inspira es Alejandro Sanz. ¿Desean conocer un detalle íntimo de este torero y modelo de perfil tan mediático y fotogénico, tantas veces retratado hasta la ingle? Pues ahí va: A veces, cuando está solo, pone la canción 'Cuando nadie me ve' de Alejandro Sanz, y torea de salón.

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