jueves, 4 de septiembre de 2014

El alcalde de Bogotá debe licitar la Santamaría antes de 6 meses

  • "La sentencia del Constitucional de Colombia va más allá de lo taurino y genera un bloque constitucional en favor de las libertades", dice el presidente de la Corporación Taurina

  • "Es una medida a la altura de la que dictaminó el Constitucional de Francia a la hora de reconocer y proteger la Tauromaquia"

  • "El uso de la plaza debe ser taurino, es lo que dice el fallo. Pero Petro quiere buscar subterfugios", advierte el empresario


La fumata blanca de la Corte Constitucional de Colombia se vio desde todo el orbe taurino en la madrugada de ayer. Bogotá reabrirá la plaza de la Santamaría y volverán los toros a la ciudad de César Rincón. El alto tribunal otorgaba la razón a la Corporación Taurina, presidida por Felipe Negret, que ha batallado jurídicamente, durante estos dos eternos años de prohibición, contra el nepotismo del alcalde bogotano, Gustavo Petro. La sentencia ordena «disponer lo necesario para la reanudación del espectáculo taurino en la plaza de toros de Santamaría de Bogotá, mediante la adopción de mecanismos contractuales u otros administrativos que garanticen la continuidad de la expresión artística de la Tauromaquia y su difusión».
César Rincón, en la Santamaría en 2008, ha jugado un papel...
La Corte Constitucional respalda la demanda de Negret que alegaba la violación del «debido proceso» al dar por concluido de forma unilateral el contrato de arrendamiento de la plaza, firmado hasta el 2015, además de malinterpretar la jurisprudencia sobre el maltrato animal. El Constitucional colombiano corroboró la interrupción de derechos: «Se verificó la inminencia de un perjuicio irremediable para los derechos de libre expresión y debido proceso de la accionante, por la imposibilidad de celebración y difusión de un espectáculo artístico y cultural que requiere de la plaza taurina para su realización periódica y regular».
Negret, como presidente de la Corporación Taurina, vivía una jornada plenamente feliz, no sin el temor a las nuevas maniobras del alcalde Petro. Pero, antes, la congratulación: «Es un día de felicidad porque se trata de una sentencia que va más allá de lo taurino. Sienta jurisprudencia y genera un bloque constitucional en favor de las libertades en general y del toreo en particular». Unas declaraciones que ampliaba: «En esta sentencia se protegen derechos como el de la libre expresión y afición, o el de elegir trabajo [por los profesionales taurinos]. Es una reafirmación legal para nuestra afición. Todas esas libertades, que son inalienables, fueron atacadas por el alcalde. Se trata también de una medida con la importancia de la que dictaminó el Tribunal Constitucional de Francia al proteger a los toros a nivel estatal como bien cultural».
Conocedor de las argucias de Petro el Sátrapa, Felipe Negret se anticipa y avisa: «La plaza deberá volver a tener un uso taurino, es lo que dice el fallo. Por eso el alcade debe convocar un concurso de licitación para hacerse con la gestión taurina de la Santamaría en menos de seis meses. Sabemos que Petro quiere buscar subterfugios»..
En toda esta guerra, mientras las ferias de Manizales, Medellín y Cali han seguido funcionando, unos novilleros agitaron las conciencias encadenándose a una huelga de hambre. En su apoyo voló César Rincón. Su grito de libertad el pasado sábado quizá haya sido determinante. A los dioses se les escucha. Bogotá volverá a ser aquella fiesta de febrero de 2008, cuando el César paseó las banderas anudadas de España, México y Colombia. La columna que vertebra la Tauromaquia hasta Francia. Aunque a este lado de los Pirineos, el Constitucional español siga callado ante el recurso de inconstitucionalidad contra la abolición de los toros en Cataluña de 2010...

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