martes, 3 de febrero de 2015

Paraguay recupera las corridas de toros en su fiesta de la Tradición Misionera

Día 02/02/2015 - 01.18h

Recortadores y domadores de potros, exponentes de la identidad gaucha

Corridas de toros, doma de potros salvajes, asados de carne, carreras de jinetes y otros exponentes de la identidad gaucha de Paraguay animan estos días la localidad de Santiago de Misiones, que celebra su Fiesta de la Tradición Misionera, uno de los mayores eventos folclóricos del país.
Este municipio del sureste de Paraguay, de apenas 7.000 habitantes, se transforma desde el viernes al domingo para recibir entre 25.000 y 30.000 visitantes, según contó a Efe David Bolla, presidente del Club de Leones de Santiago, que se encarga de la organización de los festejos.
Con la fiesta destella en Paraguay una riada de costumbrescampestres heredadas de los gauchos de la vecina Argentina, de Uruguay y del sur de Brasil que se instalaron en la zona.

Engrandecer la identidad

Los gauchos trajeron consigo sus platos típicos, su vestimenta tradicional y sus habilidades en las labores ganaderas, que los paraguayos de esta parte del país, en el departamento de Misiones, rápidamente adoptaron como propias.
Hace 36 años, y dispuestos a engrandecer esa identidad y forma de ser paraguaya, un grupo de personas interesadas en la herencia de los gauchos celebraron en Santiago la primera Fiesta de la Tradición Misionera.
Como cada año, el primer anuncio de los festejos es la colocación debanderas en las fachadas de las casas de la localidad. «Cada bandera representa el lugar de procedencia de las familias. A Santiago llegaron muchas personas de la provincia argentina de Corrientes,que a su vez descendían de inmigrantes españoles e italianos», señaló Bolla.
Los estandartes marcan la señal para que irrumpan en Santiago jinetes vestidos con pantalones bombachos, botas con espuelas y grandes sombreros, al estilo del atuendo típico de los gauchos del Río de la Plata.

Doma de potros salvajes

Después tienen lugar las exhibiciones de doma de potros salvajesen las que los mozos tratan de doblegar a los animales desbocados manteniéndose en equilibrio sobre sus lomos. Este año la estrella invitada es el domador argentino Jorge Raúl Arístegui, conocido en su país como «el Maradona de la jineteada», destacó Bolla.
Los jinetes saltan al ruedo precedidos por los versos del payador, como se denomina al músico que a la manera de los heraldos en las justas medievales improvisa versos en los que ensalza las virtudes de los domadores.
Otros prefieren las corridas de toros que, a diferencia de otros países, no terminan con la muerte del animal, sino que se limitan a demostrar la destreza de los mozos para hacer acrobacias sobre los novillos, al estilo de los recortadores españoles.
Cada jornada de fiesta culmina con un multitudinario asado a la estaca, en el que la carne, como antaño, se cocina en palos de madera clavados sobre enormes fogatas.
Bolla aseguró que las fiestas, declaradas este mes como «de interés turístico» por la Secretaría Nacional de Turismo de Paraguay (Senatur) son «todo un éxito» en el verano paraguayo. «La genterespeta las tradiciones y entiende que nuestro objetivo es noble, porque tratamos de preservar nuestra autenticidad», dijo.

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