'Ver al resto de compañeros torear se me hizo muy duro'
Posada de Maravillas reaparecerá el 8 de marzo en Olivenza ocho meses después del corte en los tendones y los ligamentos de la mano derecha que sufrió en la feria de San Fermín de Pamplona.
José Luis Ambel (Posada de Maravillas) reaparecerá en Olivenza el próximo 8 de marzo después del corte que sufrió en su actuación el día 5 de julio en la feria de Pamplona. El estoque, al salir despedido tras pinchar al novillo, le cortó los tendones de los dedos y los ligamentos a la altura de la muñeca derecha.
Después de la intervención en la plaza, tanto el Dtor. Hidalgo, como su traumatólogo de confianza en Badajoz, le recomendaron y le aconsejaron que se pusieran en manos de un especialista de la mano. Tras ser examinado en el instituto de cirugía de la mano, Francisco del Piñal Matorras, considerado uno de los mejores cirujanos de la mano del mundo, procedió a abrir de nuevo la herida y realizar microcirugía de reparación de varios tendones de los dedos así como de la arteria cubital.
Así estaba la muñeca de Posada en una de sus revisiones.
Posada de Maravillas ha llevado una recuperación muy fuerte y ya le han permitido comenzar a torear en sus entrenamientos en el campo, donde incluso ya ha matado algún novillo. "'Uno piensa que puede torear en breve y ver que no puedes volver hace que te vengas un poco abajo. Hay que tener mucha paciencia y no la he tenido. Por suerte la rehabilitación ha ido bastante bien. Después de poder coger un capote y una muleta estoy mucho mejor. Antes los dedos no tenían fuerza y no podía coger la muleta. Este hecho me hizo seguir hacia adelante", confesaba el torero recientemente a Mundotoro.
Su regreso se anuncia el 8 de marzo con ocho utreros de la ganadería El Freixo, propiedad del Juli, junto a los novilleros Ginés Marín, Juan Carlos Carballo (Valencia de Alcántara) y Pablo Aguado (Sevilla), que se presenta en esta plaza. Posada ve así luz al final del túnel. "'Al principio estaba muy fastidiado. El ver a todos torear se me hizo muy duro. Es una cuestión de asimilarlo. Intenté desvincularme para no estar tan metido en el mundo del toro porque me provocaba mucha tristeza', finaliza.
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