Joselito Adame cae lesionado por una brutal cogida en Las Ventas
ANDRÉS AMORÓS / MADRID
Día 05/10/2013 - 21.36h
Sufre fractura de peroné en la Feria de Otoño
Los toros, serios, de Puerto de San Lorenzo (encaste Atanasio-Lisardo) y La Ventana del Puerto (de origen Aldeanueva) son manejables pero flojos, sosos, sin emoción alguna.
La nota triste es el percance, en el segundo, del mexicano Joselito Adame, que sufre contusiones múltiples, quizás fractura del tobillo izquierdo y conmoción cerebral. Después de matar al toro, pasa a la enfermería; de ahí, a la clínica La Fraternidad, donde se confirmafractura de peroné.
Luce un vestido rioja y oro: probablemente, el trofeo que le ha entregado el Círculo Riojano. El segundo toro, manso como sus hermanos, es el más complicado: se frena, hace hilo, no humilla. Le da distancia, se faja con él, le baja la mano, aguanta coladas, pasa apuros. Finalmente, lo engancha, queda debajo del toro un rato largo, recibe una paliza. Muy disminuido, logra la estocada antes de pasar a laenfermería.
J. LÓPEZ
Alberto Aguilar
Alberto Aguilar hace su quinto paseíllo de la temporada en Las Ventas. Por la lesión de su compañero, mata tres toros. El primero, un mansote bondadoso, flojea, no quiere caballos, sale huido de las verónicas, pero mete la cabeza en el engaño. El diestro lo sujeta, se muestramuy seguro, logra derechazos templados; por la izquierda, el toro se apaga pero le saca naturales sueltos. Mata con decisión y saluda una ovación.
Porfía estéril
El cuarto también huye, no se entrega, pero se mueve, aunque sale de la suerte con la cara alta. Dándole espacio, consigue Aguilar series lucidas hasta que el toro y el trasteo decaen. Por la lesión de su compañero, mata el último, otro manso, que se duele muchísimo en banderillas, va a tablas. El diestro se dobla, aguanta, se pelea con él... Una porfía estéril, sin recompensa. Hace tiempo que la gente ya desconectó. Mata con decisión. Sin triunfar, ha mostrado sus recursos, su buen oficio.
Es bien conocido el valor impávido de Jiménez Fortes, que se estrella contra dos toros absolutamente anodinos. En el segundo, no acierta a dejar el toro lejos del caballo del gran Tito Sandoval. De tan soso, el toro parece dormido. Algunos naturales provocan la división del público. Se mete en el terreno del toro pero no conecta. Prolonga demasiado la porfía. Entrando de muy lejos, deja una estocada defectuosa. El quinto (ha cambiado el turno) va y viene, es incierto, queda corto. Se luce Carretero en la lidia. Brinda al público, hace el poste, logra derechazos sin ninguna emoción, acaba impacientando al público, con su arrimón. Se justifica con la buena estocada.
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