Obras de arte en el ruedo de la crisis

ANDRÉS AMORÓS / MADRID

Día 22/10/2013 - 18.05h

Ponce y Morante protagonizan las faenas más memorables de 2013

ABC

Morante de la Puebla y Enrique Ponce

En una temporada que se abría con negros nubarrones, no han faltado faenas de nivel artístico; eso sí, en general, con toros muy escogidos. Y el panorama económico de la Fiesta sigue negro.

LOS TOROS

Demasiadas veces, a lo largo de la temporada, he señalado: «Reses de poca fuerza y casta». Eso, siendo generoso. Si hubiera buscado el titular escandaloso, habría escrito: «Inválidos totales».

Toda la vida, las primeras figuras han elegidos los hierros con los que creían poder triunfar, pero alternándolos con otros, para justificar su categoría. Nunca se había dado que una figura pudiera matar cincuenta corridas sin salirse de media docena de ganaderías. Eso es malo para el espectáculo y para el propio matador. Este año, las primeras figuras apenas se han salido de un grupo de ganaderías demasiado limitado: Juan Pedro, Garcigrande, Daniel Ruiz, Victoriano del Río, Zalduendo (todas, del encaste Domecq). Así están cómodos.

En otro ámbito, han triunfado Miura (una gran corrida, en Sevilla),Escolar, La Quinta, Victorino y Alcurrucén; suben Torrestrella y Montalvo.

LOS MATADORES

A partir de la cornada de Morante, en Huesca, Ponce ha dejado tardes memorables en Bilbao y en casi todos los cosos. Parece vivir una segunda juventud. Toreando así, ¿cómo se va a retirar?

Morante se ha ganado ser un diestro de culto: con el capote, no tiene rival; con la muleta, desempolva viejas suertes. Los seis toros de Ronda supusieron una cumbre.

El Juli, que cumple 15 años como matador, vivió en Sevilla la gloria y también una grave cornada: ¡lástima que no pudiera lidiar los Miuras! Debería torear más erguido y corregir el exagerado salto, al matar.

Perera ha sido el más regular, con una firmeza apabullante.Manzanares, más desigual, ha realizado faenas muy bellas; por ejemplo, en Nimes.

No acertó Talavante en su apuesta –desmesurada– de los seis victorinos pero sí, poco después, en Las Ventas; y, ante las cámaras de TVE, cuando se le ocurrió cantarle flamenco a un toro... De la mano de un nuevo apoderado, Curro Vázquez, ha de consolidar su progreso.

Sigue «aspirando al trono», con la verdad de su toreo, Fandiño, pero no lo logró en la Feria de Otoño. Ha encabezado el escalafón Padilla, héroe para los públicos de toda España, rechazado (como todo lo español) por el Ayuntamiento de Barcelona. Se ha convertido en unserio lidiador Ferrera. Ha dado grandes espectáculos Castaño, con su extraordinaria cuadrilla. De los jóvenes, avanzan Alberto Aguilar, Juan del Álamo y Joselito Adame (cabeza de unos mexicanos que han dado la cara en Madrid).

Entre los novilleros, han destacado –sin presentarse en Madrid– Román, Posada de Maravillas, Garrido y Lama de Góngora.

A caballo, Diego Ventura ha completado una temporada extraordinaria: es ya, sin duda, el número uno. Sigue viva la maestría de Hermoso de Mendoza. ¡Lástima que no hayamos podido ver más enfrentamientos de los dos!

LA ECONOMÍA

Casi todos los datos económicos son negativos: baja el número de corridas; casi resultan inviables (por el IVA y los gastos generales) las novilladas; han sobrado muchísimos toros, en el campo; apenas ha habido llenos, en las Ferias...

Los profesionales taurinos coinciden en que el espectáculo apenas es viable y en que hay que bajar los costes. Todos coinciden, también, en que deben bajarlos los demás, no ellos. Así, tirando cada uno para su interés, ¿cómo se pueden arreglar las cosas?

Las figuras filtran iniciativas, sobre sus relaciones con la televisión y con los empresarios, que resultan muy inquietantes: ¿volverán a caer en algo semejante al G-10, que tan mal acabó? ¿Se atenderá alguna vez alejemplo francés, buscando, con seriedad profesional, un espectáculo que atraiga de verdad al público? De momento, no lo parece.

EL PARLAMENTO

Después de muchas vicisitudes, está llegando a su final el trámite parlamentario de la ILP taurina. Hemos escuchado muchos discursos lamentables pero se ha llegado a una fórmula llena de posibilidades: la Fiesta forma parte del Patrimonio Cultural Español. A la espera del fallo del Tribunal Constitucional, éste puede ser un buen punto de partida. Hará falta que el Ministerio lo desarrolle y que los profesionales lo apoyen de verdad. Por primera vez, la Fiesta tiene este reconocimiento: es una oportunidad que no debe desaprovecharse.