viernes, 18 de octubre de 2013

Sevilla conmemora el centenario de las alternativas de Joselito y Belmonte

Una exposición en el antiguo convento de Santa Clara y el castillo de San Jorge rescata la atmósfera cultural de la denominada 'Edad de Oro del toreo' 

16.10.13 - 00:03 - 
Sevilla conmemora el centenario de las alternativas de Joselito y Belmonte

Las ciudades de Sevilla y Madrid conmemoran estos días con actos de diversa índole el centenario de la alternativa del legendario torero Juan Belmonte, que se cumple hoy miércoles, 16 de octubre. En Sevilla se inauguró ayer una exposición sobre la figura del diestro trianero y de su eterno rival, el también sevillano Joselito El Gallo, cuyo centenario de alternativa se celebró el pasado año.
Bajo el título 'Joselito y Belmonte, una revolución complementaria. 1914-1920', y organizada por el ayuntamiento de Sevilla, la exposición permanecerá abierta hasta mediados de diciembre en dos sedes distintas. Además mañana, en el salón de carteles de la Real Maestranza de Caballería, se inaugura un curso monográfico sobre Belmonte a iniciativa de la Cátedra Sánchez Mejías de la Universidad de Sevilla, en el que también se presentará el libro 'Juan Belmonte, a un siglo de su alternativa', de Santi Ortiz.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, inauguró ayer la muestra que recuerda la revolución taurina encarnada por José Gómez Ortega 'Joselito' y Juan Belmonte, con motivo del centenario consecutivo de las alternativas de ambos en septiembre de 2012 y octubre de 2013.
La exposición compartirá las sedes del antiguo convento de Santa Clara y el Castillo de San Jorge, rescatando la atmósfera cultural y taurina de una época que pasó a la historia como la 'Edad de Oro' del toreo.
Zoido subrayó que esta exposición «es el mejor homenaje que el Ayuntamiento de Sevilla podría hacerles a esos dos grandes colosos que protagonizaron el capítulo central de la 'Edad de Oro' del toreo y se convirtieron en el eje principal de la gran transformación de la fiesta».
El alcalde reconoció que «gracias al magisterio de José y su dominio de todos los toros ; gracias al temple y dramatismo de Juan Belmonte, la tauromaquia se transformó en una más de las bellas artes» y dijo que su labor de matadores de toros «no pasó desapercibida a las mentes geniales e inquietas de los artistas e intelectuales, políticos e incluso hasta del propio rey Alfonso XIII».
Entre los fondos expuestos figuran obras de Zuloaga, Martínez de León, Roberto Domingo, Luis Sanguino, Benlliure o Ruano Llopis, entre otros artistas plásticos, además de monteras, capotes de paseo, carteles y hasta la pistola Luger del calibre 6,35 con la que Belmonte puso fin a su vida, expuesta junto al chaleco de luces que lucía Joselito el día de su muerte en Talavera.
También hay piezas cedidas por instituciones como la Real Maestranza de Sevilla, el Museo Militar de Sevilla, la Comunidad de Madrid, el Museo Zuloaga, el Ayuntamiento de Valencia, y las cofradías de la Macarena, Esperanza de Triana o el Cachorro, además de colecciones particulares de los descendientes de ambos toreros.
El castillo trianero de San Jorge, por su parte, es la sede de una exposición fotográfica sobre el toreo de Joselito y Belmonte.
Por su parte en Madrid, el mismo día en que se cumplen los cien años de la alternativa del 'Pasmo de Triana', el ayuntamiento y la Comunidad dedicarán una placa en su recuerdo en la fachada del número 42 de la calle Alfonso XII, donde Belmonte tenía su casa en la capital de España.
Aquel 16 de octubre de 1913, entre una gran expectación, Juan Belmonte tomó la alternativa en la antigua plaza de toros de Madrid, situada exactamente donde ahora se levanta el Palacio de los Deportes. El cordobés Rafael González 'Machaquito' ejerció como padrino del doctorado taurino del trianero en una corrida cuyo cartel completaban Rafael 'El Gallo' y toros de Prudencia Bañuelos, de los que cinco fueron devueltos a los corrales por su flojedad o mansedumbre en medio de un gran escándalo.
La fama de Belmonte venía acrecentándose desde sus tiempos de novillero, en los que su forma de torear ya sedujo e interesó a gran parte de la elite cultural de su tiempo, hasta el punto de que Valle-Inclán y otros señalados intelectuales le tributaron un homenaje de admiración en el parque del Retiro.
La quietud de Belmonte, el inusitado temple con que toreaba con la capa y la muleta y el ostensible patetismo de su débil figura enfrentándose a los toros dieron a la tauromaquia un inédito rango estético que la adentró en la modernidad.
Durante siete temporadas mantuvo una gran rivalidad, que dividió a los públicos, con el poderoso y complementario Joselito 'El Gallo', que también hizo grandes aportaciones técnicas y profundos cambios estructurales en el espectáculo.
Tras la cornada mortal de Gallito en 1920, Belmonte siguió vistiendo el traje de luces hasta 1935, entre sucesivas retiradas y reapariciones, y aún hizo algunas incursiones posteriores como rejoneador.
Admirado y reconocido como gran revolucionario del toreo, y protagonista de cientos de libros y ensayos sobre su figura, Belmonte se suicidó en su finca de Gómez Cardeña, en el término sevillano de Utrera, el 8 de abril de 1962.

No hay comentarios:

Publicar un comentario