viernes, 25 de octubre de 2013

La censura por montera en el nacionalismo catalán

Día 17/10/2013 - 11.37h
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Sólo ERC echa un capote a CiU por vetar la imagen del torero Padilla en Barcelona

Ni toros al servicio de la ficción, como los que intentaron filmar los responsables de «The Gunman», ni mucho menos toreros. Tanto da que aparezcan enmarcados en una fotografía o que el diestro en cuestión sea Juan José Padilla, cuya vuelta a los ruedos en 2011 tras sufrir una grave cornada en Zaragoza encaja perfectamente con el lema de «face reality» —enfréntate a la realidad— que acompaña al cartel en cuestión. Barcelona, ciudad declarada antitaurina en 2004 y con las corridas prohibidas desde hace dos años, no quiere ver los toros ni en pintura. O, como en este caso, ni en fotografía.
Un nuevo veto que se suma al historial de encontronazos que el ejecutivo del nacionalista Xavier Trias ha protagonizado en los últimos tiempos y que, ya sean los toros en una película de acción de capital internacional o el rodaje fallido de la teleserie «Isabel» en el Museo de Historia de la ciudad, siempre han llegado de la mano de fricciones con lo que el nacionalismo catalán identifica como símbolos españoles. Los toros y, por extensión, todo lo que tenga que ver con el universo taurino, no parecen del agrado del alcalde Trias, aunque desde el Ayuntamiento insisten en subrayar que, pese a todo, no ha lugar hablar de censura. Ni de veto. Eso es, de hecho, lo que aseguró ayer el director de Comunicación y Atención Ciudadana del Consistorio, Marc Puig, quien señaló que la decisión de descartar una fotografía de Padilla para promocionar la muestra de fotoperiodismo World Press Photoque se celebrará en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) no es un veto, sino que obedece a cuestiones estéticas.

La foto de un parado

O, dicho de otro modo: el gobierno municipal prefiere que en las banderolas que anuncian la exposición aparezca una fotografía de la holandesa Ananda van der Plujim, en la que puede verse un joven parado, antes que la instantánea de Daniel Ochoa de Olza. «Es la foto de un parado, que habla del drama de la crisis. Nos pareció que era mejor que la otra», relativizó Puig. Para el Ayuntamiento, la imagen de un diestro capturado en el momento de volver a los ruedos tras un grave cornada, instantánea que recibió el segundo premio en el certamen fotográfico de World Press Photo, no casa con la imagen que se quiere transmitir de la ciudad, y como es el propio gobierno municipal el que cede las banderoles gratuitamente, la solución es simple: se descarta la imagen y listos. La censura nacionalista por montera.
Es por eso que toda la oposición municipal acusó ayer al unísono al Ayuntamiento de censurar contenidos y manejarse con ademanes inquisitoriales. Sólo ERC lanzó un capote al alcalde apoyando la decisión, aunque matizando que «es mejor que los toreros estén en los carteles que en las plazas». El líder del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández, reclamó al alcalde Trias que «rectifique y autorice esta foto, elegida inicialmente para representar la imagen del World Press Photo» y le acusó de «actuar como un censor». «Era la foto que habían escogido con libertad los responsables de la exposición, y por lo tanto el alcalde de Barcelona no puede vetar, actuar como un censor, ni puede mantener una actitud inquisitorial», señaló. Desde el PSC, Jordi Martí denunció lo ocurrido como un acto de censura y calificó de provincianismo «escandalizarse por tonterías», mientras que el líder de ICV-EuiA aprovechó para asegurar que el episodio se suma a una trayectoria de «censura increíble y brutal» que el gobierno municipal de CiU lleva poniendo en práctica desde 2011. Por su parte, el delegado territorial de Ciutadans, Manuel García Bofill, comentó que «se vuelven a dejar en evidencia los tics manipuladores y totalitarios del alcalde Trias».
No faltaron las reacciones políticas desde Madrid. Su alcaldesa, Ana Botella, tachó de «lamentable» el veto. «Debe existir libertad para quien quiera ir a los toros y para quien no quiera ir –añadió–. En Madrid somos más libres».

Espadas en alto en el mundo taurino

Indignación en el mundo taurino por el veto del Ayuntamiento de Barcelona a que una imagen de Juan José Padilla ilustre el cartel de la exposición World Press Photo. En el planeta del toro tacharon de«lamentable» la censura nacionalista a un hombre que representa «mucho más que un torero, sino todo un un ejemplo de superación y valor». «Es un atentado contra la libertad de expresión, de tintes políticos». Así se pronunció el presidente de la Mesa del Toro y de la Unión de Criadores de Lidia, Carlos Núñez, que consideró «indignante que desde esa Comunidad se permita una acción de este tipo, máxime cuando se está ensalzando la capacidad de superación de un hombre». Núñez calificó la decisión del consistorio como «un hecho discriminatorio para una actividad cultural reconocida en la Constitución Española; con esta medida se desprende claramente que Cataluña no quiere identificarse con una cultura que está enraizada en España y que forma parte indiscutible de la identidad española».

Jerez quiere la imagen despreciada

Barcelona, declarada ciudad antitaurina en 2004 y con las corridas prohibidas desde hace dos años, no quiere toros ni toreros. Ni en pintura ni en fotografía. La imagen que su Ayuntamiento desprecia quiere ser comprada por el de Jerez, ciudad natal del Ciclón. Su alcaldesa, la popular María José García-Pelayo, explicó ayer que se han puesto en contacto con la agencia de noticias que tiene los derechos, Associated Press, para adquirir el retrato captado por Daniel Ochoa de Olza. Su intención es que sirva para ilustrar la Feria del Caballo de la próxima temporada «y así homenajear a la admirable trayectoria de Padilla, su esfuerzo y compromiso».
Desde la Unión de Toreros también manifestaron su apoyo al diestro jerezano, que en 2011 perdió un ojo por una brutal cornada en Zaragoza y al año siguiente reapareció en un gesto heroico. «Es muy triste que el Ayuntamiento barcelonés se oponga a esos valores, a la superación de adversidades y la nobleza, tan necesarios en el momento actual», señalaron a Servimedia. El exsenador socialista Miguel Cid, de la Asociación Taurina Parlamentaria, tildó a los políticos catalanes de «antiestéticos».

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