miércoles, 2 de octubre de 2013


El novillero Álvaro Lorenzo está a un paso de convertirse en el nuevo vencedor del Zapato de Oro de Arnedo gracias a la gran actuación cosechada ayer, en la que abrió la puerta grande tras cortar tres orejas. Agradó a los tendidos en su primero con un concepto de notable pureza basado en el temple y la quietud, y trufado también con la estética que otorga el saber componer bien la figura a la hora de interpretar el toreo.
No fue novillo, este tercero de festejo, para andarse con confianzas, pues midió mucho al joven espada, que aguantó miradas y anduvo muy solvente y seguro para acabar imponiéndose a su antagonista y arrancarle así una meritoria oreja.
En el sexto vino el lío. Faena extraordinaria de principio a fin. Toreo de temple, aroma y regusto sobre ambas manos para acabar pegando derechazos a pies juntos sin la ayuda, simplemente geniales. Faltó contundencia con la espada, pero aún así cortó las dos orejas.
Román evidenció un oficio bien adquirido para solventar la papeleta ante su blando primero, al que cuidó mucho a media altura, sin obligar en ningún momento y dando muchos respiros entre series. Temple y suavidad como bases de una faena a la que le faltó la emoción. Tampoco pudo redondear nada del otro mundo en el cuarto, novillo sin clase y protestón, con el que anduvo voluntarioso sin más.
'Posada de Maravillas' se las vio con un sobrero sin fijeza de salida, y descompuesto y pegajoso en el último tercio, con el que únicamente pudo destacar en algunos pases sueltos por el derecho en los primeros compases de una labor que acabó tornándose en plomiza.
En el quinto se redimió Posada frente a un gran novillo, al que cuajó extraordinariamente bien al natural. Faena de menos a más, en la que el extremeño acabó toreando a placer. El mal uso de los aceros le privó del triunfo, por lo que tuvo que dar dos vueltas al anillo, por una póstuma que dieron al novillo en el arrastre.

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