Temple, pureza y torería de Iván Fandiño en Manzanares
Raquel Montero
14/07/2012 20:51
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Con un tercio de aforo en el tendido del coso y con quince minutos de retraso por la falta de un anestesista daba comienzo el primer festejo de feria de Manzanares.
Abría plaza Manuel Díaz El Cordobés que con su famoso salto de la rana llegó al respetable, ya que ni con el capote pudo lucirse ni con la muleta, tan sólo el comienzo de rodillas y una tanda por la derecha. La estocada la propinó tendida y trasera a lo cual el presidente estuvo acertado al no conceder la segunda oreja que el público pedía.
En su segundo se vio más en el capote, ya que el burel se lo permitió. En la faena de muleta en varias ocasiones mostró peligro y tuvo que dar los pases de uno en uno sin profundidad. Pinchazo y estocada que el respetable ovacionó al final de la faena.
Manuel Jesús El Cid no tuvo suerte con el primero de su lote, lo que parecía que iba a ser un buen toro al hacer un buen primer tercio se descompuso en el último. Tan sólo consiguió algunos pasajes sueltos. Pinchazo y estocada. Su faena fue silenciada.
El de Salteras no se iba a conformar con ese resultado y salió a por todas en el quinto, siempre se ha dicho que no hay quinto malo, y así fue. El saludo capotero a la verónica fue de auténtico deleite. Ese fue el aperitivo a una faena en el que el natural fue el ingrediente principal. Toreo de mano baja, ligado y con profundidad, sabiendo en todo momento los terrenos que pisaba y los que le tenía que dar al burel. El colofón llegó con la estocada en lo alto. Dos orejas ganadas a Ley.
Y a Ley fueron las cuatro que paseo Iván Fandiño por el coso manchego. Tarde importante la del diestro de Orduña que demostró el buen momento que está atravesando. Se le vio muy templado y disfrutando con sus dos faenas, a cual de mayor intensidad.
A su primero lo recibió con un ramillete de verónicas rematadas con una media. Con pies juntos comienza la faena de muleta sin ceder terreno al astado. Un gran tanda por el pitón derecho en la que la profundidad destacó por encima de todo. Al igual que otro de gran calado al natural. Mató de estocada sonando un aviso ya que el de Pereda no caía, tuvo que utilizar el verduguillo y a la primera se rindió el toro. Dos orejas con fuerza se le pidieron y la presidencia no dudó en conceder.
No quedaba ahí la buena actuación de Iván Fandiño, con el que cerraba plaza se quiso lucir tanto con el capote como con la muleta y lo logró. En el tercio y dándole la vuelta del capote a su enemigo lo saludó continuando el toreo a la verónica rematando con media. Tras el segundo tercio vino el brindis y no podía ser a otro que al ganaderoJavier Gallego que se encontraba en el tendido tras su recuperación de la cornada que le dio la vida y a quien Iván tiene un cariño especial. Tras ello el diestro se fue a los medios para pasárselo por la espalda, de nuevo el temple se volvió a ver en esta faena tanto por el pitón derecho como con el toreo al natural. Terminó con manoletinas rubricando su obra con una estocada un pelín contraria que le sirvieron para llevarse al esportón dos orejas más.
Ficha del festejo
Plaza de Toros de Manzanares, Ciudad Real. Se lidian toros de Pereda, terciados y de juego desigual.
El Cordobés: oreja y ovación con saludos.
El Cid: silencio y dos orejas
Iván Fandiño: dos orejas y dos orejas.
Salieron a hombros El Cid, Iván Fandiño y el ganadero.
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