lunes, 2 de julio de 2012


Un cuento para hacer afición

01.07.12 - 00:16 - 
Un cuento para hacer aficiónUn cuento para hacer afición
Esta es la historia de Manuelete, Lidia, Verónica, 'El Niño de la Gadea', 'Antonio Banderillas' y Juanito 'El Ajo'. Un grupo de niños que juegan a los toros y a los toreros en el patio del colegio. Antonio es el que pone las banderillas, mientras Juanito ejerce de picador (de ahí su sobrenombre, 'El Ajo' porque es el que más pica). A Manuelete le gusta torear y Lidia y Verónica (dos nombres muy apropiados) son las dos chicas de la pandilla. Todos ellos se divierten mientras otros compañeros prefieren el trenecito o el fútbol durante el recreo.
Estos pequeños son los protagonistas de 'La plaza de todos' un cuento infantil de temática taurina obra de Antonio de Benito que fue recientemente presentado en el coso de Las Ventas. Se trata de una obra que busca acercar el mundo del toro a los más pequeños para comenzar la formación de los futuros aficionados a través de la introducción de los conceptos básicos de la tauromaquia.
El autor, profesor del colegio Sagrado Corazón de Logroño, ha escrito numerosas obras de literatura infantil de distinta temática. Ha publicado libros sobre cuestiones sociales y quería tratar el tema de los toros tras la prohibición en Cataluña pues reconoce que lo importante es apoyar las tradiciones.
«El mundo taurino es innegable, existe y está ahí desde siempre, y es algo muy nuestro, genuinamente español. Por eso hay que darlo a conocer cuanto antes a los pequeños, por supuesto que de una forma adecuadamente tratada, con un final de cuento claro y sugerente», indica el autor.
La tauromaquia es una de las tradiciones del país que se encuentran denostadas y de ahí, de la necesidad de apoyar la fiesta, surgió la idea de escribir este cuento. «No me costó mucho tiempo terminarlo, una vez tenía los personajes en unos días salen las historias», comenta Antonio de Benito.
'La plaza de todos' cuenta la historia de los niños que deciden jugar a los toros y a los toreros en el patio del colegio. Cambian sus nombres por otros artísticos. Así, Manuel es Manuelete o Nicolás opta por llamarse 'El Niño de la Gadea' al ser este el nombre de su madre.
El grupo conoce a Teotoro, un utrero de la Dehesilla Brillante. Los niños con ayuda del astado deben vencer con ingenio y bravura al dragón Lenguazul el 'malo' del cuento, que tiene la firme intención de arrebatarle el valor a los humanos.
A través de la historia se explican distintos conceptos relacionados con la tauromaquia. Los nombres de las dependencias taurinas aparecen en la obra aunque adaptados a las circunstancias de los pequeños.
Así, el patio del colegio es el ruedo, la clase son los corrales, las porterías hacen de improvisados burladeros y el sonido del timbre emula los clarines y timbales para los protagonistas del cuento. Además comparan un examen con una corrida muy importante y los cuadernos hacen las funciones de los capotes y las muletas.
De esta manera los niños que lean la obra también se familiarizan con el vocabulario taurino y conocerán el funcionamiento de las partes de una plaza.
Obviamente los pequeños protagonistas consiguen su objetivo y vencen al terrible dragón para que la humanidad recobre el valor y todo termine en triunfo, saliendo a hombros por la puerta grande.
A grandes rasgos esa es la historia de este cuento, que no solo persigue la defensa de la tauromaquia como tradición cultural en contra de las prohibiciones sino que también busca hacer un canto a la ecología.
Valores medioambientales
De ahí, que uno de los valores fundamentales que se persiguen en el libro sea el cuidado del medio ambiente y la naturaleza. Es por eso que aparece en la obra el toro, que pretende acercar a los niños la vida del morlaco en el campo, antes de salir al ruedo.
El tema taurino siempre es controvertido, más aún si se combina con los más pequeños. Antonio de Benito reconoce que tras publicar su primer libro tenía miedo a las críticas pero tras más de 55 obras reconoce que acepta todas las críticas, y que él solo pretende aportar su granito de arena, pues hay pocos libros para niños que traten el tema de los toros.
'La plaza de todos' está destinada a pequeños a partir de ocho años de edad. «Pero por la temática también puede interesar a los mayores. En realidad es una obra para leer en familia», matiza el autor que reconoce que siempre le ha interesado el mundo del toro, aunque ahora se encuentre algo más apartado de su vida. La obra cuenta con las ilustraciones de Luis Laya Larrea, un joven artista que estudia Bachillerato de Artes y que se decidió a hacer los dibujos que acompañan a la obra, tan importantes en los libros para niños.
La obra ha comenzado a distribuirse con éxito en los alrededores de Logroño y pronto se distribuirá también por librerías. Hasta que llegue ese momento, los interesados en adquirir 'La plaza de todos' pueden hacerlo a través del autor, Antonio de Benito, en el e-mail adebenito@ono.com.

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