lunes, 17 de septiembre de 2012


Antonio Ferrera y Diego Ramos salen a hombros en Higuera la Real

Ambel Posada paseó una oreja en una tarde en la que fue protagonista el mal juego de los toros de Gerardo Ortega 

16.09.12 - 00:26 - 
Marcaba el reloj las seis y cuarto de la tarde cuando Antonio Ferrera cedía los trastos a Diego Ramos en presencia de Ambel Posada para estoquear a 'Guapillo', de la ganadería de Gerardo Ortega, herrado con el número 63. El salmantino cumplía así su sueño de tomar la alternativa y convertirse en matador de toros. Vestía terno lila y oro, el mismo color con el que hizo su primer paseíllo en público. Ayer se doctoraba y salía a hombros acompañando a su padrino.
Hay que destacar que los toros de la ganadería de Gerardo Ortega estaban, en su conjunto, bien presentados aunque su juego fue desigual. Fueron complicados, con cierto peligro, no se lo pusieron nada fácil a los actuantes y carecieron de transmisión, teniendo los diestros que ponerlo todo para lograr hacerles faena.
Recibió Diego Ramos con verónicas a su primero, al que castigaron duramente en el tercio de varas. Tras un quite de Antonio Ferrera y el intercambio de trastos protocolario, brindó el salmantino a varias de las personas que le han ayudado hasta llegar al doctorado y que se encontraban junto a él en el callejón.
Tras una tanda inicial de trasteo comenzó la faena por el pitón derecho rematando con el pase de pecho una buena serie.
Sin embargo, pronto empezó el animal a buscar las tablas. Diego Ramos atacó y le plantó cara a su adversario aunque por el pitón izquierdo no logró más que pases sueltos. A base de insistir, consiguió una faena digna a pesar de que le faltó cruzarse algo más al pitón contrario. Falló con los aceros pero fue premiado con una oreja.
El toro que cerró plaza tenía cierto peligro y puso en apuros a los toreros de plata en el tercio de banderillas, aunque fue la tónica general de la tarde. Brindó al público Diego Ramos y la falta de transmisión del ejemplar de Gerardo Ortega hizo que su labor pasase desapercibida. Probó suerte por ambos pitones pero el animal no repetía y no hubo ligazón en su faena. Tras pinchazo y media estocada trasera paseó un apéndice que le abría la puerta grande. La primera como matador.
Le acompañó a hombros Antonio Ferrera que volvió a dejar buena cuenta en Higuera la Real del buen momento que atraviesa. Recibió a su primer toro con verónicas cadenciosas y tras cobrar un leve puyazo, tomó los palos para banderillear, destacando el tercer par, al violín. Brindó al público la lidia de 'Lobito' que resultó, para no variar, complicado. Le sometió en las primeras tandas e instrumentó la faena por la diestra aunque se quedaba corto y no terminó de humillar por ese pitón, saliendo siempre con la cara alta de los muletazos.
Lo intentó Ferrera al natural pero nuevamente el astado se quedaba corto y embestía a trompicones. Tras una buena estocada, en el rincón de Ordóñez, paseó dos orejas.
Faena de exposición
Otras dos se llevó del cuarto de la tarde, un ejemplar al que recibió con una larga cambiada de rodillas que puso emoción a la tarde. Además deleitó el de Villafranco del Guadiana a la afición de Higuera al banderillear colocando él mismo al toro con el capote. El tercer par fue al quiebro por dentro, recogiendo una fuerte ovación del respetable que poco antes había pedido la sustitución del morlaco, que perdía las manos y parecía descoordinado.
No lo cambió el presidente y el animal hizo gala de su falta de fuerzas y transmisión. A pesar de ello, supo entenderlo Ferrera y cuajar una faena de esfuerzo que llegó a los tendidos, sobre todo por el toreo de cercanías en el último tramo de la lidia. Faena de exposición que fue premiada con dos orejas.
Al primer toro de su lote lo recibió Ambel Posada a la verónica para brindar al público tras un buen puyazo. Siguiendo la línea de sus hermanos de camada el toro presentó dificultades pero lo fue sometiendo el torero de Badajoz a base de técnica. Fue premiado con una oreja tras una buena estocada.
Lidió en segundo lugar al mejor de la tarde, un toro castaño al que recibió a la verónica. Brindó al alcalde de la localidad, Miguel Ruiz, y comenzó la faena por el pitón derecho, por el que logró cuajar buenos muletazos. Supo entender muy bien al animal y lo llevó siempre muy tapado, ligando los pases con mucho temple y empaque.
Fue una faena que sin embargo no logró llegar a los tendidos a pesar de que cuajó una meritoria tanda con la diestra sin emplear la ayuda. La frialdad del animal y su poca clase tuvieron mucho que ver. A pesar de su buen hacer Ambel Posada se atascó con los aceros. Una lástima, pues la labor del diestro hubiese merecido los dos apéndices. Saludó tras una fuerte ovación.
Salieron a hombros Antonio Ferrera y Diego Ramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario