martes, 4 de septiembre de 2012


El Cid y El Fandi, a hombros en el cierre de Palencia

Generosas puertas grandes y vuelta al ruedo de risa para un toro de Bañuelos

Día 03/09/2012 - 21.04h
La corrida de Antonio Bañuelos que cerraba el ciclo palentino lució la mejor presentación de todas las lidiadas en el coso de Campos Góticos, aunque sólo fue fachada porque todos, en mayor o menor grado, tuvieron como denominador común la falta de casta. Aunque es justo decir que a El Cid le correspondió un lote potable.
Destacó el segundo, al que inexplicablemente se le concedió la vuelta al ruedo que fue pedida exclusivamente por el ganadero, que de pie ante el palco presidencial hacía continuos gestos para solicitarla. En cuanto el usía le reconoció sacó el pañuelo azul automáticamente en una fea imagen que no favorece nada a la Fiesta.
El toro tuvo buen son, resultó noblón y lució movilidad, pero durante la faena hizo ademán de rajarse y al final se vino abajo por lo que no merecía la vuelta al ruedo. También se lució el presidente en este toro al conceder dos orejas muy generosas al matador de Salteras. Hubo pasajes hilvanadas, más a derechas que con la zurda, pero el segundo premio parece generoso cuando el conjunto resultó discontinuo e intermitente. Peor estuvo con el geniudo quinto, que planteó más dificultades -le desbordó por momentos- y al que no acabó de coger el aire. Saludó.
El Fandi brilló como siempre en banderillas y desorejó al manejable sexto por una faena esforzada y bullanguera que no merecía tal galardón. No se entendió con el más deslucido tercero. Fue silenciado.
El Cordobés pasó de puntillas. Se mostró anodino con el soso primero y se limitó a machetear al malo cuarto. Silencio y pitos fue su balance.
La plaza se cubrió en menos de tres cuartos.

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