lunes, 10 de marzo de 2014

Alejandro Talavante salva 'in extremis' una tarde floja y deslucida en Olivenza

El ganado de Juan Pedro Domecq no sirvió en la corrida que cerró la feria, en la que Morante cuajó una faena de inspiración a su primero y Ponce pasó sin pena ni gloria 

10.03.14 - 00:26 - 
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Ovación para Enrique Ponce al primero de su lote
La tarde de ayer lo tenía todo para ser un festejo de triunfo. Una terna de figuras y una ganadería de renombre. Sin embargo, parece que se repitió el patrón del año anterior y la corrida que cerró la feria de Olivenza volvió a decepcionar al público. De nuevo por el juego de los toros pues aunque el encierro estaba bien presentado con respeto al de Zalduendo de 2013, su juego fue similar, con unos ejemplares muy flojos, justos de fuerza, parados y desrazados que perdían las manos continuamente.
Aún así se pudieron ver detalles y faenas de mucho mérito, pues Morante de la Puebla llegó a Olivenza inspirado y hubo lances y pases con su más pura esencia. Y, al igual que sucedió doce meses atrás, de nuevo Alejandro Talavante salió al rescate de la tarde 'in extremis' y se llevó -o más bien, arrancó- una oreja de cada uno de los ejemplares de su lote. Enrique Ponce, que conmemora este año sus 25 de alternativa, pasó por la localidad pacense sin pena ni gloria y cumplió el compromiso de la primera del año en España.
Tenía cara el primero de su lote, 'Hechizo', llegando incluso algunos aficionados a aplaudir nada más salir de los corrales. Saludo a la verónica de Ponce, rematada con una media. El animal se quedaba corto en la embestida, se frenaba y miraba al torero midiéndole siempre. No se lo puso fácil, pero el diestro de Chiva tragó mucho con él, se impuso y a base de mando le fue instrumentando los pases de uno en uno para terminar entre pitones. Pinchazo hondo, casi entera y ovación para el matador. El astado fue pitado al arrastre. Una vez más se cumple aquello de que las reses, como la fruta, hay que abrirlas para ver que tienen por dentro. Este primero, nada.
Tampoco el cuarto, de nombre 'Felino', al que Ponce recibió con verónicas. Ya en el capote del valenciano se vieron sus carencias. Fue un ejemplar flojo y justo de fuerzas, que perdía las manos. Aún así, brindó al público y comenzó lidiándolo a media altura, pues si le bajaba la mano el toro no se tenía en pie.
De uno en uno y cuidándolo mucho consiguió hacerle faena, aunque le faltó implicación y le sobró alivio. El público le recriminó el abuso de los vuelos de la muleta y en la recta final comenzó a cruzarse y a intentar sacar agua de un pozo vacío. Intentó reconciliarse con el respetable con un arrimón final. Pinchó, y tras media estocada necesitó el descabello para pasaportar a su oponente. Ovación para el torero y de nuevo pitos al arrastre para el morlaco.
Morante de la Puebla estuvo inspirado con 'Hablante', el primero de su lote. Ya con el capote hubo verónicas de buena nota, aunque realmente sobresalió en el quite, con tres verónicas y una media que fueron suficientes para despertar el interés del respetable.
Componiendo mucho la faena y con reminiscencias de toreo antiguo, inició su labor en una primera tanda en la que sobresalió un molinete. Fue bajándole poco a poco la mano al animal y lo toreó muy despacio en series que consiguió ligar a base de darle su tiempo al astado.
Se echó la muleta a la zurda y dejó una buena tanda al natural para culminar con ayudados por alto. Fue faena justa, ni se pasó ni se quedó corto, pero no remató con la espada dejando una media estocada tendida. Recibió una fuerte ovación.
Con verónicas recibió también al quinto, un toro de nombre 'Descorchado' que perdía las manos y con el que nada hizo, o nada pudo hacer, por lo que fiel a su estilo abrevió. Palmas y pitos enérgicos para el toro.
Fue devuelto a los corrales 'Haraposo', el tercero de la tarde. El toro buscaba la salida como agua de mayo pero más allá de su mansedumbre no se le apreciaba a simple vista ningún defecto más. Salió en su lugar 'Demagogo' al que recibió Talavante con verónicas a pies juntos y remató a una mano. Tras un inspirado quite a una mano, brindó al público.
Una de las virtudes de Talavante es su inspiración. En cada momento, innova y busca recursos que hacen de cada tarde una jornada distinta y especial. En esta ocasión, citó al toro al inicio de faena con el cartucho del pescao. El animal estaba justo de fuerzas, así que de manera inteligente, el torero de Badajoz lo cuidó mucho y también le aguantó sin enmendarse, pues se venía hacia dentro en la embestida por el pitón izquierdo acortando distancias, pero el diestro no rectificó su posición.
Destacó en su labor una serie por el pitón derecho arrastrando la muleta con mucha ligazón y transmitió al natural pese al aprieto en el que le ponía el morlaco por ese pitón. Terminó el animal muy rajado y tras una estocada entera algo trasera paseó la primera oreja de la tarde.
Otra se llevaría del que cerró plaza, 'Paparrucho', al que recibió con verónicas. Como el resto de los toros del envío, había dejado la fuerza en la finca, así que de nuevo tocaba cuidarlo mucho. Lo lidió por ambas manos a media altura para que no se fuese al suelo, tirando Talavante del toro e inventándose la faena. Sacó todo lo poco que el animal podía dar y citando siempre de frente fue logrando meterlo en el canasto. Lo pasaportó con una estocada entera que le sirvió para cortar otro apéndice y terminar el festejo saliendo a hombros en solitario.

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