domingo, 24 de junio de 2012


«ME ILUSIONA TRANSMITIR MI INTERIOR COMO TORERO EN CADA FAENA»

A primera vista, lo que más sorprende de él es su tranquilidad y la sensación de calma y paz que transmite a su alrededor. A lo largo de la entrevista, cuando se van sucediendo preguntas y respuestas, uno es consciente de que ese sosiego es fruto de su preparación física y sobre todo mental y de la madurez alcanzada después de 15 años de alternativa.
Antonio Ferrera celebrará este aniversario encerrándose con seis toros de la ganadería de Victorino Martín. Los astados de este hierro han estado muy presentes en su vida desde el mismo momento de su doctorado.
Es por ello que no hay lugar más apropiado que la finca 'Las Tiesas de Santa María', en Portezuelo, donde pastan los cárdenos de Victorino, para entrevistar al matador apenas unos días antes de su cita con Badajoz, su plaza, a la que regresa después de dos años de ausencia y en la que espera que sus paisanos logren captar cada una de las pinceladas del arte con el que pintará de torería el ruedo del coso de Pardaleras.
La serenidad de su alma es tal que incluso, acompañando a Félix Majada, el mayoral de Victorino Martín, contempla en el campo los toros con los que encerrará en Badajoz. Félix y Antonio son, ante todo, amigos. Y como tal conversan sobre los animales, sus hechuras pero también sus miradas. La corrida es seria y está bien presentada. Con toros con trapío e importancia, los aficionados podrán comprobar el punto de seriedad y de exigencia de los cárdenos herrados con la A coronada. Ambos saben que va a ser una tarde importante.
Al verles conversar tranquilamente, en el campo, el aficionado solo puede pensar en una cosa: en la imagen de ambos saliendo a hombros del coso de Pardaleras. Ojala que así sea.
-Maestro, se le nota tranquilo.
-Lo estoy. Tranquilo y con la mentalidad muy centrada. Estoy bien.
-Nos encontramos en la finca donde pastan los toros de Victorino Martín. ¿Qué sensaciones le transmite pisar 'Las Tiesas'?
-Siempre que uno llega a un templo de una ganadería histórica como la de Victorino Martín siente un hormigueo en el estómago. Me transmite mucha seriedad y respeto, siempre he sentido lo mismo.
-Si le digo Victorino Martín, ¿qué es lo primero que se le viene a la cabeza?
-Es parte de mi carrera. Ha marcado muchos de los hitos clave de mi vida profesional, desde el día de mi alternativa, hasta triunfos importantes en Madrid. También logré superar una cornada y seguir toreando en Pamplona y he cuajado faenas que me han explotado interiormente como torero, como una faena a un toro en Sevilla.
-Por todo ello no se entiende esta encerrona sin 'victorinos'...
-Para esta gesta tenía que tener la responsabilidad conmigo mismo, y la capacidad como torero y como persona, de aceptar un reto con una ganadería que me ha marcado en mi vida. Es una decisión meditada, porque soy consciente de las características y exigencias del toro de Victorino. En este momento de mi vida, para que tuviera todo un sentimiento y un sentido en mi alma como torero, tenía que hacerlo con 'victorinos'. También para que la gente que vaya sepa la seriedad que imprime este toro.
-Y qué mejor escenario que la plaza de toros de Badajoz.
-Es mi tierra, es mi casa y junto con mi pueblo, Villafranco del Guadiana, me siento de Badajoz, tengo mi vida y mis amigos allí y paso mucho tiempo. El hecho de no estar dos años hace que, cuando tomé esta decisión, convirtieran la ciudad en el sitio ideal para hacerlo.
-Si cierra los ojos, ¿se ve haciendo el paseíllo?
-Es una tarde que está muy presente en mi día a día y tengo muchas sensaciones que a veces incluso me emocionan. Intento soñarla mucho. Pienso en transmitir esas sensaciones y sobre todo en compartir con la gente lo que yo vaya sintiendo en cada momento, y que el público también se haga partícipe de esa forma de sentir y de interpretar el toreo como me gustaría hacerlo. En algún momento pienso cómo saldrá y siento la responsabilidad que conlleva un reto de estas características y la incertidumbre de no saber qué pasará. Es, por tanto, una mezcla de sensaciones que hacen que sea un día especial en mi vida. Independientemente del resultado, que no lo pienso, creo que desde el primer momento que tuve la capacidad de afrontar este reto me está haciendo crecer como torero y persona, a la hora de afrontar otros retos en mi vida. Eso también me ilusiona y motiva.
-¿Éste es el mejor momento para poder transmitir todas esas sensaciones?
-No sé si es el mejor momento pero sí es el momento en el que siento que puedo hacerlo y que mejor puedo expresarlo. Es el momento en el que más identificado me siento conmigo mismo y, por tanto, quizás pueda expresar el sentimiento de torero como me gustaría hacerlo.
-De pequeño, ¿veía las encerronas de los toreros de la época?
-Recuerdo ver la encerrona del maestro Capea, del maestro Roberto Domínguez, Manuel Caballero... Las vi todas en la televisión en directo, aunque era prácticamente un niño. Marcarme un reto como lo hicieron ellos hace que, si antes los admiraba muchísimo, ahora los admire más aún porque sé más o menos lo que ellos vivieron, la incertidumbre que sintieron a la hora de afrontar este reto... Cuando termine la corrida los admiraré muchísimo más porque nunca imaginé, de niño, que iba marcarme un reto como este. Eso también me enorgullece mucho.
-Debe sentirse orgulloso también al comprobar que ha logrado cumplir muchos de los sueños que tenía siendo un niño.
-Sí, algunas veces lo he pensado pero también trato de averiguar cuales eran mis sueños reales. De pequeño no soñaba con grandes gestas. Me ilusionaba rozarme con un torero para tocarle el traje, por ejemplo, o ver tentar a un torero. Por aquel entonces no imaginaba lo que iba a suceder después. Cada día que ha ido pasando mis sueños han sido cosas que me han permitido crecer. Cuando tomé la alternativa con toros de Victorino Martín hace quince años no imaginaba que tendría la capacidad de afrontar un reto de estas características, y esos procesos también han sido productivos para que me encuentre ahora en el momento en el que me encuentro.
-¿Con qué sueña en estos momentos de su trayectoria profesional?
-Pues no sé... Sueño con sensaciones más que con hechos materiales. Me ilusiona mucho vivir y transmitir sensaciones. Transmitir mi interior como torero en un escenario. Esos son mis sueños y mis ilusiones ahora mismo.
-¿Y eso le ayuda a motivarse?
-Sí, sobre todo me motiva vivir las cosas desde un punto de vista muy real, consciente, sensato... No quiero frivolizar con el tema de los seis toros de Victorino. Es una cosa muy seria, un reto meditado en mi interior porque la exigencia que va a existir tanto física como psíquica será muy fuerte y yo lo conozco. Estoy muy responsabilizado con la importancia del compromiso.
-¿Cómo se lo anunció al ganadero, Victorino Martín?
-No se lo dije así. En principio era una idea que yo tenía, así que lo llamé para preguntarle si tendría seis toros serios e importantes. Me dijo que sí. Después, en un tentadero, le volví a preguntar lo mismo y me contestó que ya se lo había preguntado dos veces, así que le comenté que tenía en mente encerrarme con seis toros. Nos montamos en el coche y empezamos a ver los toros en el campo. Me dijo que era algo muy serio, un reto que no era nada fácil, pero también que era un momento importante en mi carrera para poder hacerlo y que le hacía mucha ilusión que lo hiciera.
-Las cuadrillas que le acompañarán están formadas por amigos y paisanos.
-Me hubiese gustado que estuviesen muchos más compañeros, llevar a más gente pero no puede ser porque los puestos son los que son. Está compuestas de personas que han estado vinculadas a mí en momentos importantes de mi vida y que han marcado también, como algunos banderilleros que van a venir que me acompañaron cuando era un niño de 9 años. La mayoría son de Extremadura pero también vienen dos que son de Sanlúcar. En una etapa complicada de mi vida me fui a vivir a Sanlúcar y había dos chiquillos que querían ser toreros, que eran novilleros sin caballos. Yo me fui solo y ellos me dieron mucho cariño, sus familias también me trataron muy bien y ahora se han hecho banderilleros. Me van a acompañar y me hace mucha ilusión. Son personas que, aparte de grandes toreros, están vinculadas con mi alma y mi corazón y por eso que estén cerca de mí en un momento tan importante en mi vida y en mi carrera me ilusiona mucho. Les doy las gracias, aunque me hubiese gustado que pudisen venir muchos más.
-¿Cómo será la noche previa? ¿Podrá conciliar el sueño?
-Sí, creo que voy a dormir bien. Estoy viviendo estos días con la incertidumbre lógica del reto pero también estoy tranquilo. Tengo paz interior, estoy compartiendo los entrenamientos con los compañeros, con amigos y aprendo mucho. Me estoy enriqueciendo con todo lo que estoy viviendo y sintiendo y creo que la noche antes podré dormir muy tranquilo conmigo mismo y con la idea de que, cuando me levante, sea un día muy especial en mi vida y en la vida de los que estén presentes en esa corrida. Para mí, una de las grandes ilusiones de ese día es que la persona que esté en la plaza, cuando pasen los años y recuerden la tarde del 24 de junio de 2012, la recuerden como algo propio, que hayan sentido las sensaciones que he querido transmitir y se le queden grabadas en su alma. Eso me haría muy feliz, me llenaría mi persona y mi alma de torero. Eso es lo que me motiva y me ilusiona.

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