Fernando Cepeda: «Es una lesión inoportuna y nos preocupa mucho más que la cornada»
Miguel Ángel Perera, que permanece ingresado en la Clínica Perpetuo Socorro de Alicante, sufre la fractura de la séptima vértebra cervical como consecuencia de la grave cornada de 23 centímetros que sufrió el viernes en el muslo derecho durante la faena de muleta a su primer toro en la cuarta de la Feria de Hogueras.
«Ya el mismo viernes cuando se despertó de la anestesia se quejaba mucho de la zona, pero pensábamos que era por la fuerte paliza y la caída, que fue muy fea, no sospechábamos que pudiera haer esta lesión, que es muy inoportuna, porque habíamos cerrado un mes de junio muy bonito», relata su apoderado, Fernando Cepeda que reconoce que «esta fractura preocupa más que la cornada, grande pero limpia y sólo cuestión de que cicatrice».
De hecho, el extremeño pasó la noche sin fiebre y sin demasiados dolores en la herida, mitigados por los calmantes que le administran los médicos: «Ha recibido ya la primera cura y se ha podido comprobar que no existe infección». Sin embargo, «ante las reiteradas molestias que sufría el torero en las cervicales, se le realizó una resonancia magnética en la que se ha apreciado con certeza la fractura».
Perera tenía su próximo compromiso en Algeciras y esta semana también tenía que hacer el paseíllo en Burgos, Soria y Azores (Portugal). «Lo normal es que esta semana la pierda, pero hay que ser cautos, porque de estos tíos te puedes esperar cualquier cosa, ahí está el ejemplo de El Juli», pronostica Cepeda.
El de Puebla del Prior, «contrariado por este parón inesperado», podría recibir hoy mismo el alta hospitalaria, si no surgen complicaciones, para continuar con la recuperación en su domicilio y «visitar a un especialista que dé una valoración más exacta con las pruebas que le han realizado en la mano».
Pese a la grave cornada, que sangraba abundantemente, el diestro de Puebla de Prior se mantuvo en el ruedo y culminó una notable faena al toro del Puerto de San Lorenzo que le hirió, premiada con las dos orejas.
Pese a la grave cornada, que sangraba abundantemente, el diestro de Puebla de Prior se mantuvo en el ruedo y culminó una notable faena al toro del Puerto de San Lorenzo que le hirió, premiada con las dos orejas.
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