sábado, 31 de agosto de 2013

Del temple a placer de El Fandi al valor en plenitud de Perera

Día 28/08/2013 - 00.08h

Oreja para el granadino con un excelente fuenteymbro y puerta grande del extremeño

Nada más salir el primer toro se adivinó que la corrida superaría en presentación a la monstruo de diminuto trapío. Incluso hubo tres ejemplares propicios para el éxito, y eso que el inaugural no convidó a la esperanza. No sabemos qué habría comido el de Fuente Ymbro(próximamente, el ganadero ofrecerá una rueda de prensa con el "parte facultativo" de su ganadería, "que no anda bien de salud" por cosas de la nutrición), pero parecía que se había empachado de mantequilla, aplicada generosamente en las patas. Estuvo más tiempo en la arena que en pie, aunque cuando embestía lo hacía con nobleza a las telas de un Fandi que trató de templarse a izquierdas.
Al completo halló el temple en el cuarto. Sorpresa torera y ganadera. Fandila demostró que sabe manejar el capote, más lucido en el saludo y en el galleo que en las ásperas lopecinas. Desde el amanecer se vislumbró la clase de "Vistoso", un fuenteymbro con el que a Ricardo Gallardo, sentado encima de toriles, se le alegró la cara. Extraordinario toro, que humillaba y embestía con clase; quién sabe si en el campo comió a la carta y no el menú diario de pienso.. Y sensacional El Fandi, que se lentificó como nunca por ambos pitones, especialmente al natural, con muletazos al ralentí, algunos rematados en la cadera. A placer por el camino clásico. Hasta en los afarolados se sintió. Con "Vistoso" ya a menos, le invitó a su fiesta de molinetes, se lo enroscó y recurrió a desplantes en tierra para desperezar a los que seguían con la merendola entre las manos. La obra era de indiscutible doble oreja, menos para el señor presidente, al que no le salió del pañuelo darle la segunda.
El mando y la verdad se enseñorearían después con Perera, un valor en plenitud. El extremeño desplegó toda su artillería pesada en el sexto, al que enseñó su tarjeta de presentación cun racimo de hinojos. Se inmovilizó en el platillo para prologar con el impactante péndulo, que no fue mundano, sino de esos que acongojan de emoción. Sirvió el fuenteymbro, pese a puntear por su no sobrada fortaleza. Aunque bien que aguantó el poderío y el toreo por abajo pererista, con esa quietud y profundidad que presiden su camino. Cortó una oreja (el usía se puso duro también), al igual que al mansísimo tercero, que se dolió en banderillas con descaro después del trepidante quite por Córdoba, Tafalla, Gaona y Calesero. A toriles se quiso ir a dormitar "Sueño Mío", y allá planteó batalla Miguel Ángel, meritísimo con el burraco, un zapatito enmorrillado.
Si Sebastián Castella se marchó de vacío fue por culpa de la espada. El francés se empeñó en torear a pies juntos al sueltito segundo, que se pegó un volatín. Lo que le faltaba al ganado "enfermo"... El francés prendió la chispa en un prólogo de valor adriático, sin enmendarse. El potable "Regatero" necesitaba una labor de médico, todo suave, sin acobardar su bondad. Así lo hizo, gota a gota y con firmeza, en unos naturales de brillante despaciosidad. Ascendieron luego unos derechazos con enjundia, se gustó en el cambio de mano y se adornó con unos invertidos. El torerísimo cierre por bajo acercó más el triunfo, pero el acero lo alejaría después... Castella puso todo y más en el quinto, con cierta casta geniuda y corto motor, menos claro que el resto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario